Aunque los helados son deliciosos en cualquier época del año, alcanzan su máximo esplendor en verano. Esto se debe no solo a su refrescante sabor, sino también al hecho de que, con el aumento de las temperaturas, no queremos encender el horno para preparar postres. Dejamos de lado los dulces que requieren calor y nos deleitamos con postres fríos que son irresistibles durante esta temporada.
Si este verano quieres disfrutar de tantos helados como desees, puedes probar esta receta que no contiene azúcar, lácteos ni gluten. Desde su versión básica con solo dos ingredientes hasta ideas para convertirlos en el postre estrella cuando recibes invitados, te explicamos cómo prepararlos y por qué son tan populares, incluso entre los niños.
9LA EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
Aunque las cantidades de consumo varíen, el gusto por los helados es común, con más del 80% de la población mundial considerándolo un placer culpable. La ciencia explica esta perdición gastronómica al señalar que los helados pueden actuar como exorfinas en el sistema nervioso, generando una sensación de bienestar similar a las endorfinas y ayudando a modular el estrés y la ansiedad.
Estudios han demostrado que comer helado activa las zonas del cerebro asociadas al placer, creando una sensación de adicción controlada y placentera. Además, desde tiempos antiguos, los humanos han asociado los alimentos dulces con una alta ingesta calórica y una fuente de energía vital para la supervivencia, lo que podría contribuir a nuestro gusto por los helados desde tiempos remotos.