First Dates: el programa que ayuda a los solteros a encontrar el amor. Se puede decir que la vida sin amor no tendría sentido, o eso es, al menos, lo que piensan millones de personas alrededor de todo el mundo. Personas que a diario, y a lo largo de su vida, esperan que llegue esa persona que les haga ver todo de otro forma, esa persona que les haga vivir una experiencia increíble y llena de felicidad como lo es el estar enamorado y ser correspondido.
Pero también existen miles de personas que no logran tan fácilmente esa conexión con aquella persona especial, o no se les hace tan sencillo buscar el amor en sus vidas cotidianos. Hecho por el cual, estas personas terminan en el restaurante de First Dates, buscando la oportunidad de tener un encuentro especial con una persona de gustos afines a los suyos y al final decidir si continuar con una relación amorosa o no.
Solteros y solteras, buscando pareja, con gustos similares, ¿qué podría salir mal?
Fue justamente esto lo que pensaron Judith y Beth al asistir a First Dates, pero para su sorpresa está vez el programa tenía planeado algo distinto y le apostó a la famosa creencia de “los opuestos se atraen”.
Judith: sexy y de mente libre
Judith una mujer de 41 años de Tarragona, quien a pesar de sentir atracción hacia las mujeres, tiene 3 hijos provenientes de 2 relaciones que tuvo, pues asegura, que le costó mucho tiempo aceptar su orientación sexual y no recibió apoyo familiar, razón por la cual, ahora vive su vida libre y feliz, y decidió ir a First Dates para encontrar el amor.
Beth: tranquila y de planes caseros
Por otro lado, estaba Beth, una mujer de 43 años que venía de la misma ciudad de Judith. Un poco más recatada y con una personalidad mucho más conservadora. No estaba muy decidida de asistir al First Dates, pero a la fianl se decidió por ir.
Desde el instante en que se vieron, ambas sintieron que no eran la una para la otra, sin embargo se dieron la oportunidad de continuar con la cita, debido a que vivían en la misma ciudad.
Opiniones de las solteras para First Dates
»Me ha parecido que no era mi tipo. Estos encajes que me lleva y demás… no son mi tipo. Yo no juzgo que una persona esté más delgada o más gorda porque yo me puedo enamorar de una persona que pese 120 kilos, no me importa, pero si yo estuviese así, no vestiría así» opino Beth al conocer a su cita, pues, Judith llegó con un atuendo explosivo y sexy, mientras ella llevaba un jersey de cuello alto y una rebeca del mismo color.
Judith no tardó tampoco en expresar su primera impresión sobre su compañera: »Cuando ha entrado he visto a mi tía y mi tía tiene casi 70 años».
Empezaron a hablar de manera tranquila y compartir los motivos por los que asistieron al programa, pero a lo largo de su conversación confirmaron que definitivamente sus puntos de vista y sus formas de ver la vida eran muy distintas.
La peor parte de la cita
La noche no pintaba nada bien y después de un rato hablando Judith empezó a cantar delante de todo el restaurante. Hecho que aterrorizó a Beth: »Casi se me cae el cielo encima. He pensado ‘esto es lo que yo veo por la tele y pienso ‘¿qué haces subnormal?’. Perdón por lo de subnormal, pero ¿qué estás haciendo? ¿No ves que estás haciendo el ridículo?».