Los lugares donde hoy se erigen monasterios, iglesias o ermitas, se consideraban desde tiempos remotos como enclaves sagrados o mágicos. No podemos olvidar que los religiosos siempre prefirieron lugares tranquilos y escondidos para sus devociones, por lo que estas construcciones se suelen ubicar en lugares poco accesibles, rodeados de naturaleza salvaje y un paisaje privilegiado.
9ERMITA DE BELÉN
La Ermita de Belén en Liétor, Albacete, es un Monumento Histórico-Artístico ubicado junto a las impresionantes Hoces del Río Mundo, en un paisaje de cascadas espectacular. El encantador pueblo de Liétor, con alrededor de 1.400 habitantes, fue galardonado el año pasado como el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha.
La ermita, dedicada a Nuestra Señora de Belén, es una joya arquitectónica que data del siglo XVIII, aunque su origen se remonta al siglo XV. Su interior está adornado con pinturas ingenuas que reflejan la devoción de la época. Según la tradición, la Virgen se apareció hace cinco siglos en la Cueva del Potiche, salvando a un pastor de una serpiente. Esta devoción inicial a la Virgen del Espino, conocida como la Virgen de las Nieves, fue reemplazada más tarde por la veneración a la Virgen del Carmen, la actual patrona.
Cerca de la ermita, en el Paraje de los Infiernos, se han descubierto numerosos artefactos de la época árabe, muchos de los cuales se encuentran ahora en el museo de Albacete