La crema de calabacín es ese plato en el que no solemos pensar un viernes por la noche cuando salimos del trabajo. El cuerpo nos pide comida chatarra o algo fuera de lo convencional. Sin embargo, sí es una receta para preparar en casa un día que tenemos mucho frío o tenemos ganas de tomar algo que nos reconforte. Muchos piensan que este tipo de platos son solo para días en los que nos sentimos enfermos, pero la realidad es que es extremadamente exquisita y puede incluso ponernos de mejor humor.
7Truco para que quede perfecta
Para lograr la consistencia que realmente quieres puedes incorporar un poco de caldo al principio y otro poco después para no pasarte. Emplatamos y terminamos la preparación decorando. Esta decoración le añadirá más sabor todavía. Ponemos un chorrito de aceite de oliva, sal, pimienta blanca y perejil al gusto. Utilizamos las puntas del espárrago que guardamos anteriormente. ¡Voilá! La crema está lista para deleitarse.