La tecnología Wifi tiene la capacidad de permitir que cualquier dispositivo móvil tenga la posibilidad de acceder a internet, como los móviles. Pese a esta gran característica, debes saber que mantenerlo encendido cuando estamos lejos de una red confiable puede poner en serio riesgo la ciberseguridad y el funcionamiento del dispositivo móvil. Por eso debes tomar todos los recaudos necesarios.
Dejar el Wifi activo en los teléfonos móviles cuando no te encuentras en casa es conocido como un mal hábito tecnológico que es crucial eliminar. Es más beneficioso y seguro para los usuarios habilitar los datos 4g o 5g, para evitar ser víctimas de una conexión que derive en una situación no deseada. Si mantienes esta función en el móvil fuera de casa, puede ser la puerta de entrada de los ciberestafadores. En este artículo ahondaremos sobre los riesgos a lo que te expones si dejas habilitada esta función.
Resguardo de seguridad de la red Wifi
Cuando el Wifi permanece habilitado fuera de una red segura, está intentando de manera constante conectarse a redes abiertas y desconocidas. Si encuentra una conexión sin contraseña, puede ingresar sin problemas. Esto puede ser realmente peligroso para el dispositivo móvil debido a que algunas redes abiertas son creadas por los ciberdelincuentes para poder infiltrarse dentro del teléfono.
Asimismo, esta actividad puede poner en riesgo la ciberseguridad, porque el dispositivo puede ir a redes maliciosas que buscan robar información personal o infectar los aparatos con malware para vaciar tu cuenta de banco. Por esto, es recomendable desactivarlo inmediatamente para poder evitar una situación no deseable y así resguardar la seguridad de tu dispositivo móvil.
puede provocar un mal funcionamiento de la batería útil del móvil.
Duración de la batería y rendimiento del móvil
Tener el wifi activo sin tener acceso a una red segura puede provocar un mal funcionamiento de la batería útil del móvil y generar que la carga dure menos tiempo o que tarde más en obtener su carga completa. Conservar la conexión inalámbrica siempre habilitada consume energía de manera innecesaria dónde podría ser utilizada en momentos de urgencia.
Por otro lado, cuando el dispositivo tiene en funcionamiento aplicaciones, los microchips que lo componen continúan activos y esforzándose en vano. Mantener este hábito puede afectar la duración de la batería, pero también reduce la potencia del procesamiento y provoca que el teléfono funcione más lento, y el usuario no pueda realizar diferentes acciones de manera adecuada.