El proyecto de Antonio Maíllo ha arrasado en las primarias a los órganos de dirección de Izquierda Unida y será nombrado coordinador general este próximo domingo en la celebración de la XIII Asamblea de la formación progresista.
El exlíder de IU en Andalucía ha destrozado todas las previsiones al arrasar con el 53,4% de apoyos, lo cual supone 30 puntos más que la ministra de Infancia y Juventud Sira Rego, que hasta ahora ejercía como mano derecha del defenestrado Alberto Garzón.
El triunfo incontestable de Maíllo supone un balón de oxígeno para Sumar, ya que el dirigente andaluz siempre se ha mostrado proclive a pactar con Yolanda Díaz, y para la dirección del Partido Comunista de España, muy distante a Rego desde que ésta decidió abortar cualquier pacto para conformar una lista en conjunto para este proceso de primarias.
Está descartado que la debacle de Rego conlleve su salida del Consejo de Ministros, ya que la precaria mayoría gubernamental en el Congreso no invita a que sus partidarios pudieran poner más cuesta arriba la legislatura.
La victoria de Maíllo supone un nuevo triunfo para Enrique Santiago, que no deja de sumar alegrías desde que en 2018 se hizo con la secretaría general del PCE. Desde entonces, apoyó que Pablo Iglesias frente a Alberto Garzón a la hora de repetir las elecciones generales de 2019, confió en Yolanda Díaz frente al ‘pablismo’ en 2021 y hace 2 años renovó su liderazgo en la histórica formación centenaria.
La número 2 del PCE, Amanda Meyer, mostró su enfado contra Rego por no buscar la integración entre ‘garzonitas’ y ‘peceros’: «Desde el respeto a tu decisión, lamento la renuncia al acuerdo para tener la mejor dirección, la más representativa y la más cohesionada para dirigir Izquierda Unida. Son muchos los meses que venimos trabajando por alcanzar la máxima unidad en torno a la política. Y en primarias».
Y el exconcejal madrileño Carlos Sánchez Mato también pidió unidad: «Lo mejor para la clase trabajadora y para nuestra organización será que se articule un gran acuerdo que recoja la diversidad de Izquierda Unida. Como humilde militante espero cooperación entre las diferentes sensibilidades y no competición».
EL ‘GARZONISMO’ DEJA EL TIMÓN DE IU TRAS 8 AÑOS
Alberto Garzón contribuyó a que IU sobreviviese pese al auge de Podemos y ha reducido a menos de la mitad la deuda de la formación que ha liderado durante los 8 años como líder, pero ambos éxitos han quedado dilapidados por su amargo final.
Su intentona de fichar por el lobby Acento, de los exministros Pepe Blanco y Alfonso Alonso, le dejó con la reputación por los suelos. El exministro de Consumo renunció a fichar por la compañía, pero mostró su enfado.
«Pienso que la izquierda tiene que reflexionar sobre cómo trata a los hombres y a las mujeres que dedican su tiempo, energía y su vida, lo más preciado que tenemos, a los proyectos colectivos. Si algo he aprendido de la política es que es una trituradora de personas. La izquierda en la que yo creo no debería de reproducir esas prácticas que expulsan a más gente de la que integran», afirmó.
La visión de la izquierda que tiene Garzón, aseguró el exministro, no es «prejuiciosa e inquisitorial, donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista, sino tener más influencia en todos los espacios posibles».
El nuevo articulista de eldiario.es añadió: «Seguiré pensando que es una buena noticia que haya personas de izquierdas desempeñando su trabajo en espacios de análisis, reflexión o prospección sobre el futuro complejo del planeta».
Y remató: «Duele que tras tantos años dejándome la salud por un proyecto colectivo, y empleando tantas horas en agotadoras disputas internas, sienta que las dinámicas tóxicas que nunca compartí me persigan incluso ahora que estoy fuera de la política formal».
