El pilates cada vez se vuelve más popular en el mundo debido a sus grandes beneficios para la fuerza, movilidad y flexibilidad del cuerpo, sin embargo hay quienes además de estos aportes, desean tener una recomposición física en la que los músculos tomen mayor volumen y el cuerpo luzca mucho más definido.
Aunque el pilates puede generar fuerza y resistencia muscular, es cierto que no es la mejor opción para tener mayor volumen, debido a que sus ejercicios no están diseñados para generar hipertrofia. Por esa razón, muchas eligen combinar las sesiones de pilates con los clásicos ejercicios de fuerza que se realizan en el gimnasio. Ahora bien, tener un equilibrio con ambos modos de entrenamiento puede traer consigo algunas dudas, de tal manera que es necesario tener en cuenta algunos consejos.
Así puedes combinar el pilates con ejercicios de fuerza
Contrario a lo que muchas personas creen, no es necesario elegir entre el gimnasio y el pilates, pues es posible cumplir con las dos disciplinas sin problemas. El truco está en encontrar un equilibrio que vaya alineado a tus objetivos personales. Por ejemplo, si realizas 5 días de entrenamiento, puedes dedicar 3 días a ejercicios de fuerza y dos a pilates. Otra variación válida es 2 días de fuerza, dos de pilates y 1 de cardio.
En otros casos, ambas disciplinas se pueden ejecutar el mismo día siempre y cuando el ejercicio esté bien distribuido. Si se realiza una hora de ejercicios, 30 minutos pueden ser totalmente enfocados a la fuerza y los otros 30 únicamente de pilates. Además, es recomendable incluir en ambas partes una focalización al grupo muscular que deseas trabajar cada día, así los resultados serán mucho más efectivos y notables en poco tiempo.
Otros consejos para hacer pilates
Para cumplir con este tipo de entrenamiento es indispensable que tengas claro los objetivos que deseas alcanzar, ya que debes tomar en cuenta que el pilates trabaja diferentes pilares como son la tonificación de los músculos, la flexibilidad, la movilidad y coordinación. En este sentido, si tu objetivo es incrementar la flexibilidad, es importante que incluyas los ejercicios indicados para potenciarla.
Además, no debes olvidar que todos los resultados también dependerán del estilo de vida que lleves y los hábitos que mantengas en tu cotidianidad. La alimentación saludable, el descanso adecuado durante las noches, las actividades relajantes y la hidratación son claves para alcanzar cada uno de tus objetivos físicos.