La Sexta celebró el pasado jueves su decimoctavo cumpleaños con un especial de ‘El Intermedio’ que contó con un vídeo del presidente Pedro Sánchez y multitud de invitados de los principales partidos… excepto Podemos.
La cadena verde parece olvidar su relación con Pablo Iglesias, que batió récords de audiencia después de que la señal de Atresmedia contribuyese a multiplicar los altavoces de una formación (Podemos) perteneciente a una familia política que tenía dificultades para alcanzar el 10% del voto (y llegó a rebasar el 20% en 2015 y 2016).
Las relaciones actuales entre Atresmedia y la dirección de Podemos son inexistentes a cuenta de la guerra de los morados contra el director de La Sexta y presentador de ‘Al rojo vivo’ Antonio García Ferreras.
El periodista es acusado de participar en la guerra sucia que sufrieron los principales dirigentes de Podemos, tal y como se evidencia en los audios de una comida entre Ferreras, el editor Mauricio Casals y el excomisario José Manuel Villarejo.
SORTEANDO EL VETO
El divorcio entre Podemos y Atresmedia conllevó un camino por el desierto televisivo de los de Ione Belarra, que durante varios años no ha tenido acceso a las grandes televisiones (a excepción de las autonómicas TV3 y ETB) y se ha tenido que conformar con el pequeño altavoz impulsado por Pablo Iglesias, Canal Red (que emite por diversas plataformas digitales y la TDT madrileña).
Es cierto que Podemos está sorteando el veto tras colocar a afines en tertulias de RTVE y Mediaset. El programa ‘Mañaneros’ de La 1 ha incorporado a su mesa de políticos al propio Pablo Iglesias y ‘La hora de La 1’ ha incorporado como analistas a 2 de los principales colaboradores del exvicepresidente en el programa ‘La Base’ de Canal Red, Manu Levín y Laura Arroyo.
Mediaset España también ha reabierto las puertas a Podemos gracias al fichaje de Pablo Echenique como contertulio del programa ‘Todo es mentira’ de Cuatro. La misma cadena acaba de estrenar el espacio ‘Otro enfoque’ de Jon Sistiaga, que en su estreno invitó a Iglesias para hablar de polarización y en su tercera entrega realizó una entrevista a Irene Montero, candidata del partido a las europeas.
PABLO IGLESIAS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Iglesias afirmó el pasado año que la ciudadanía es «lógicamente, lo que leemos y lo que vemos y escuchamos» y señaló que «la ideología o la cultura a la que pertenecemos se configura a partir de experiencias ideológicas y culturales».
«Esas experiencias pueden darse en la familia, en el sindicato, en el colectivo estudiantil, en la asociación de vecinos, en la parroquia, con una amiga que nos prestó libros y nos recomendó películas. Pero, en nuestra época, rara vez esas experiencias pueden competir con la experiencia mediática. Por eso llevo años diciendo que la gente milita en los medios de comunicación mucho más que en los partidos», explicó para justificar el nacimiento del periódico digital Diario Red (que ejerce como hermano pequeño del proyecto televisivo Canal Red, también impulsado y controlado por el exvicepresidente).
En 2014 en el libro de Jacobo Rivero ‘Conversación con Pablo Iglesias’ afirmaba que «los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público (. . .) Si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho. No puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios».
«¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación», añadía.
La tesis de Iglesias es que la ciudadanía «no milita en partidos políticos, la gente milita en los medios de comunicación. Una persona es de La Razón, de El País, de la COPE o de la Cadena SER. Son mucho más importantes las tertulias en televisión que los debates en el Parlamento».