Salvador Illa cuenta con el fiel respaldo de Pedro Sánchez en la campaña electoral catalana. El candidato socialista ha realizado algunos anuncios durante estas dos semanas, con dos fichajes de calado en caso de gobernar: Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma -el pueblo de Gabriel Rufián- como consejera de Interior; y del exmayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, vilipendiado por ERC por «pérdida de confianza».
La similitud entre Parlón y Trapero es que ambos han sido imputados primero y absueltos después en diferentes causas. La primera de ellas se centra en un caso de acoso laboral a dos funcionarios, que fueron degradados en el ejercicio de sus funciones. El TSJC no encontró conexión con la ahora alcaldesa de Santa Coloma y dio carpetazo al asunto.
El mayor de los Mossos, por su parte, fue absuelto por la Audiencia Nacional en el caso del procés a pesar de que la Fiscalía pedía prisión, inhabilitación y una multa de 50.000 euros por los preparativos del 1-O. Su declaración en el juicio fue un mensaje directo contra el independentismo de Carles Puigdemont, Joaquim Font, consejero de Interior; y de Oriol Junqueras, líder de ERC y quien ordenó a Pere Aragonès apartarle del cargo, según cuentan las malas lenguas.
Su declaración en sede judicial fue toda una sorpresa para el bloque independentista. «Insté al Govern de la Generalitat a que cumpliera con la legalidad», afirmó. Y es que, en los prolegómenos del 1-O y con las leyes de desconexión aprobadas, Trapero consideró que el grueso de los Mossos d’Esquadra «no compartía el proyecto independentista», desmontando así el mito de la policía separatista y al servicio del Govern antes que a los ciudadanos.
La misma estrategia que había dado un repaso a las defensas de los líderes del ‘procés’ ante el Supremo, y que provocó la escisión en el separatismo al frente de la Generalitat. Por ello exigió su absolución, porque servir y hacer cumplir la ley no es delito.
TRAPERO, LA NEGATIVA Y SU CAMISA HAWAIANA
Trapero dio un repaso a todas las reuniones mantenidas con el presidente, vicepresidente y consejero de Interior de la Generalitat en los días previos al referéndum. Sus advertencias, acreditadas en su escrito, señalaban a posibles «problemas graves» para la seguridad ciudadana y el orden público que se producirían en caso de celebrar el referéndum del 1-O de la forma que iba a producirse. En este sentido, avisó del cóctel explosivo entre las barricadas humanas, encierros y el fuerte despliegue policial con más de 10.000 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil. Trapero aseguró que los Mossos respetarían la legalidad y hacer cumplir con los mandatos judiciales.
Cabe destacar que no fue el Gobierno de Mariano Rajoy quien ordenó desplegar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, sino un juez para evitar a toda costa la celebración de la consulta ilegal. El Ejecutivo tenía la obligación de hacerlo, por más que se insista en lo contrario o si fue o no un error. Las decisiones judiciales no están bajo opinión, se respetan.
La nota discordante entre Parlón y Trapero se centra en la aplicación del 155 de la Constitución en Cataluña. El artículo sirvió para poder tomar el control de la Generalitat, especialmente de los gastos, pero no supuso ningún quebrantamiento al modelo separatista. No obstante, la entrada en vigor de la orden del Gobierno, con el beneplácito del PSOE, provocó la ruptura interna dentro del PSC. Meritxell Batet, diputada en el Congreso, se saltó la disciplina de voto, pero fue recompensada con la presidencia del Congreso, Parlón, por su parte, decidió dimitir de la Ejecutiva socialista (PSOE) al mostrarse contraria a la aplicación de la Constitución.
EL GUATEQUE DE CADAQUÉS CON TRAPERO
No obstante, y a pesar de su absolución, Trapero dejó grandes dudas a nivel social sobre la actuación de los Mossos durante el 1-O, como también el PSC por la actuación de alcaldes y concejales que se negaron a acoger a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No obstante, entre los socialistas consideran esta decisión como un «acierto». «Trapero fue absuelto de todo aquello, y Parlón muestra una de las diferentes almas que están presentes en el PSC», apuntan.
En el PPC muestran una visión muy distinta. Y es que, la foto de Trapero con Puigdemont, Joan Laporta y Pilar Rahola, entre otros, en un guateque un año antes de la celebración del referéndum no despeja las dudas. Alejandro Fernández ha recordado esta imagen en plena campaña como muestra de que Trapero está más alineado con Puigdemont que con los socialistas.
El festival privado, con Puigdemont a la guitarra, se produjo en la casa de Rahola en Cadaqués (Girona), en el corazón de la Costa Brava y quizá uno de los sitios con vistas que merece la pena ir a ver al menos una vez en la vida. No hubo reverencias ni tampoco un paseo por la población, tampoco fue el tradicional suquet empresarial y político. Fue una «paella entre amigos».
De hecho, Rahola mostró las imágenes con vídeos con Puigdemont y Trapero en plan cantautores y compositores, recordando a los Beatles como a Serrat. La escena tuvo lugar en 2016, sin que ninguno de ellos advirtiera qué vendría después.
EL PSC DEFENDIÓ EL 155: «VUELTA A LA NORMALIDAD»
La ahora alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet fue una de las firmantes de la polémica carta en contra del apoyo del PSOE y del PSC al 155. En la misiva se defendió un rechazo «frontal» a la entrada en vigor de la orden del Gobierno. De hecho, amenazó con recurrir a la comunidad internacional si se aplicaba esta intervención a la Generalitat. Para Ferraz, este 155 era una «vuelta a la normalidad y a la legalidad». Después llegaron los indultos, los pactos con Junts y ERC, la amnistía y la negociación en Bruselas con el mismo fin: «La vuelta a la normalidad».
El propio Pedro Sánchez recibió la misiva de Parlón y sus tres concejales, pero lejos de preocuparse por ello, el PSC la mantuvo como candidata a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.
GIRO DE SÁNCHEZ PARA CAPTAR INDECISOS
Por su parte, Sánchez ha puesto toda la carne en el asador con una gira apretada en Cataluña. De hecho, para tratar de arañar votos al independentismo y entre los indecisos, el presidente del Ejecutivo vuelve a aparecer en plena campaña este jueves, cuando en la agenda solo estaba programado su aparición hasta el cierre de campaña. Así, asistirá a un bastión que se disputan republicanos, conservadores y socialistas, como es Vilanova i la Geltrú.
Este cambio en la agenda muestra la encarnizada lucha del PSC para distanciarse de Junts y ERC, pero para conformar Gobierno tendrá que pactar con unos u otros. Otros escenarios apuntarían directamente a la vuelta de Puigdemont a Cataluña para recoger el acta y ser investido presidente. Y es que, ERC no está dispuesto a ceder ante el PSC en sus pretensiones. Y sí, el resultado y pactos posteriores tendrán su réplica en el Congreso de los Diputados. Todo está ahora en manos de los votantes, especialmente los indecisos.