Cuando decidimos asistir al psicólogo es importante saber cómo elegir a ese especialista indicado para nuestro caso particular. Aunque pueden existir excelentes profesionales en el área, lo cierto es que cada uno tiene sus especialidades y enfoques que se adaptan a los diversos problemas que pueden presentar los pacientes. En este sentido, elegir a un buen psicólogo podría parecer complicado pero existen algunas claves que nos pueden ayudar a facilitar este proceso.
De lo primero que debemos asegurarnos es que el profesional cuente con las credenciales necesarias para brindar las sesiones de psicoterapia, además de informarnos de los diferentes enfoques que existen y así elegir uno con el que nos sintamos cómodos. Recordemos que existe la terapia cognitiva, la conductual, la cognitiva-conductual, la racional emotiva y otras. Al conocer un poco de qué trata cada una, será más sencillo iniciar con el pie correcto.
Cómo elegir al psicólogo adecuado
Aunque existen varios puntos que se pueden evaluar para elegir a un buen psicólogo el mejor consejo es estar abierto a intentar. Algunas personas pueden hacer «clic» rápidamente con el primer psicólogo al que asisten, sin embargo esto no ocurre siempre. En ocasiones, es necesario probar la terapia con varios profesionales para determinar con cuál existe una verdadera conexión y comodidad para tratar esos problemas que alteran la salud mental. A partir de este punto la terapia se hará mucho más amena y los resultados serán mejores.
Ahora bien, no se trata de pasar por decenas de psicólogos, sino de encontrar aquel con el que existe la confianza necesaria. Por lo tanto, la investigación previa y las preguntas sobre el enfoque que maneja son cruciales, ya que esto incrementará las probabilidades de conseguir rápidamente a ese profesional ideal para atender tu caso específico.
Otros puntos importantes para elegir a un psicólogo
Además de conocer su enfoque, especializaciones y años de experiencia, es necesario conocer cuáles son las técnicas de psicoterapia que aplica y si involucra alguna creencia dentro del proceso, ya que esto puede beneficiar o perjudicar el proceso. Piensa, además, con qué tipo de persona te sientes cómodo, ya que la percepción personal puede intervenir en la disposición para recibir terapia.
En este mismo sentido, es importante tener una actitud llena de disposición a la terapia psicológica, ya que las primeras sesiones pueden ser difíciles y debemos aprender a reconocer cuando somos nosotros mismos los que ponemos los obstáculos. De esta manera, será más sencillo trabajar de la mano del profesional.
