En la última emisión de la duodécima temporada de MasterChef en TVE, la noche estuvo llena de sorpresas y emociones fuertes. El punto culminante llegó cuando Tamara, una de las concursantes, tomó la difícil decisión de abandonar el programa de manera voluntaria. Su salida estuvo motivada por la intensa presión que estaba experimentando dentro del reality, la cual estaba afectando negativamente su salud mental.
Durante la gala, Tamara recibió críticas y consejos por parte de los jueces, entre ellos una reacción especialmente dura por parte de Jordi Cruz. Esto desencadenó una ola de comentarios y opiniones tanto hacia el chef como hacia el programa en sí, generando un debate en redes sociales y entre los seguidores de MasterChef.
6UN REALITY QUE LLEVA A LAS PERSONAS AL LÍMITE
Este conflicto ha vuelto a resaltar la importancia de la salud mental y la falta de visibilidad que a veces ha tenido ‘MasterChef’ respecto a este tema. Muchos espectadores criticaron la actitud del juez y del programa, recordando casos como el de Patricia Conde o Verónica Forqué, como ejemplos de cómo el reality puede llevar a algunas personas a su límite sin considerar las consecuencias. Lamentablemente, en el caso de Forqué, terminó en tragedia con su suicidio. Algunos comentaron que el programa ha jugado en muchas ocasiones con la salud mental de sus concursantes, lo que ha generado un debate sobre la responsabilidad y el cuidado que deben tener los programas televisivos hacia sus participantes.