Cs no está muerto. El CIS deja un nuevo barómetro antes del inicio de la campaña electoral del próximo 12 de mayo en Cataluña. A primera vista, según la estimación de voto, los ‘naranjas’ de Carlos Carrizosa se quedarían fuera del Parlamento al obtener entre el 2,3% y el 3,1% del total de los votos. No obstante, este es el porcentaje global para toda la Comunidad Autónoma.
Cataluña no tiene una ley electoral propia, sino que se rige por la propia normativa general, la misma que decide la composición del Congreso de los Diputados y del Senado. La norma catalana estipula que cualquier partido con una representación del 3% del total de los votos sería suficiente para entrar por una circunscripción. No hay otro límite mínimo para entrar en el Parlament. Si una formación logra el 3% por Barcelona, automáticamente entraría con tres escaños, el número mínimo otorgado. Este límite se impuso para evitar la entrada de formaciones más pequeñas, como ocurrió con el Partido Andalucista a principios de los 80.
De esta forma, Ciudadanos tendría malos resultados en Lleida, Tarragona y Girona, provincias sobrerrepresentadas en la Cámara Catalana y que ayudan a elevar la representación de los partidos independentistas, como Junts y ERC.
TEZANOS DA ENTRADA A Cs, PERO EVITA ASIGNAR ESCAÑOS
Así, el CIS de Tezanos da cero escaños para Ciudadanos en la intención de voto, pero los microdatos del propio Centro de Investigaciones Sociológicas, pilotado por José Félix Tezanos, muestra la posibilidad de entrada para los de Carlos Carrizosa.
LOS TRES ESCAÑOS EN CS
Por un lado, da una horquilla superior al 3% en la estimación directa de voto, hasta el 3,1% como máximo. La inmensa mayoría de ese porcentaje proviene de Barcelona, una circunscripción que otorga la totalidad de 85 escaños. Conseguir ese 3% equivale a esos tres escaños. «Estamos en la línea, pero apretamos para evitar las sorpresas de última hora», apuntan desde la formación dirigida por Carrizosa.
Estamos en la línea, pero apretamos para evitar las sorpresas de última hora
Asimismo, esta tendencia es más favorable en otras encuestas privadas. Los diarios catalanes dan una mayor captación de voto directa para los de Carrizosa, mientras que en otras encuestas de hace un mes apuntaban a los cero escaños. Este cambio de tendencia cala positivamente en la formación, que seguirá llamando puerta a puerta, especialmente en Barcelona, para obrar el milagro y mantenerse en el Parlament.
Según el CIS, el PSC de Salvador Illa ganaría las elecciones del próximo 12 de mayo. La encuesta de Tezanos apunta a entre 39 y 40 escaños y primera fuerza más votada, seguida de JxCat junto a Carles Puigdemont, con entre 28 y 30 escaños. ERC obtendría de 27 a 28 escaños. El movimiento muestra que el PSC se nutre de votos independentistas, mientras que en el bloque constitucionalista es el PP quien se lleva el gato al agua, con entre 13 y 14 escaños, cuadruplicando los escaños cosechados en 2021. Vox se dejaría un máximo de tres escaños, para situarse entre los 8 y 9.
ALIANÇA CATALANA, LA SORPRESA
Los partidos de izquierda, como En Comú Podem y la CUP se sitúan entre los 7 y 8 y los 5 y 7, respectivamente. La sorpresa sería la entrada de Aliança Catalana, de Sílvia Orriols, imitando a Plataforma Per Catalunya en 2009. Esta formación alcanzaría entre los 0 y 2 escaños, un nivel suficiente para dar altavoz a la extrema derecha e independentista de Cataluña. Esta formación enfoca su programa electoral en la bajada de impuestos, la seguridad en las calles y la inmigración ilegal, un asunto muy espinoso en las zonas de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona.
La entrada de Ciudadanos por Barcelona, no obstante, estará muy reñida. Y es que, el PP de Alejandro Fernández trata de aglutinar el voto de los descontentos con la gestión de la formación naranja. No son pocas las voces que recuerdan las salidas de Albert Rivera e Inés Arrimadas, así como la última guerra en la negociación con el PPC, con la dimisión de Adrián Vázquez. Carrizosa apunta que podría remontar aún el partido y espera poder continuar como diputado en el Parlament, donde han dejado seis escaños en la última legislatura.
LA CARTA DE SÁNCHEZ TUMBA EL ÁNIMO EN EL PSC
Pero todo se queda atrás con la denuncia contra la mujer de Pedro Sánchez, el caso de las mascarillas que afecta a Salvador Illa y un independentismo rebajado en comparación a las tres últimas campañas. Sin el suflé, pero con los mismos actores que se enfrentaron en 2021 en una dura contienda, arrancan 15 días de campaña en un todo contra todos, especialmente contra el PSC y Puigdemont, por tierra, mar y aire, sin tregua.
La precampaña ha finalizado con un tenso riffirrafe en la UPF de Barcelona, donde se ha celebrado un debate al que no se ha invitado a Vox. Ignacio Garriga, líder de la formación conservadora, acudió a la Junta Electoral, que le ha dado la razón, más cuando ha tenido la representación requerida. Garriga fue increpado por algunos de los asistentes al habitual grito: «Fuera fascistas de la universidad».
ILLA PREPARA SU CORDÓN SANITARIO PARA JUSTIFICAR EL PACTO CON ERC
No obstante, está siendo una campaña tranquila, con Illa que se sabe ganador y Puigdemont como segunda fuerza, pero con un margen muy escaso. Por el momento, las arengas de unos y otros se centran en el mensaje propio, más que en el del adversario. Una forma de contrastar programas y con la convicción de no cometer errores de calado en este momento decisivo.
A diferencia de Madrid, no hay ataques continuados contra el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, desde el PSC. El motivo es obvio. Illa necesitará al menos de su apoyo para recuperar la Generalitat catorce años después.
El PSC ha celebrado su primer acto en Sabadell mostrando imágenes de Pedro Sánchez, en un cuidado vídeo en el que se ve al líder del PSOE y presidente del Gobierno saludando, hablando y mostrando el puño con el lema: «Estamos contigo, presidente». El homenaje a Sánchez en Sabadell ha sido estruendoso, para acto seguido montar el discurso de «hasta cuánto hay que aguantar los insultos, políticos y familiares».
Sánchez ha cancelado su agenda ante la honda preocupación que le genera la investigación contra su mujer, Begoña Gómez, mostrándose como una víctima de una persecución de la «derecha y la ultraderecha», con una retahíla de descalificaciones a los denunciantes, medios y los líderes del PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Illa se presenta como el candidato de todos, pero no se obvia el cordón sanitario pactado con los independentistas para aislar al PPC, Vox y Ciudadanos.
LA MARCADA AUSENCIA DE PEDRO SÁNCHEZ EMPAÑA
El candidato socialista sigue así los pasos de los artífices del pacto del Tinell, el salón donde los socialistas e independentistas pactaron la expulsión del PP en cualquier institución que pudieran alcanzar, independientemente de la ideología. Lo hicieron con Xavier García Albiol en Cataluña y no dudan en replicar este mismo sistema en el resto de España, como intenta hacer el PSOE en el Congreso.
No obstante, la ausencia de Pedro Sánchez ha provocado un cierto malestar, pero contra el PP y Vox, entre los presentes en el acto. Es decir, una arenga a la rabia contra un bloque por la investigación judicial contra la mujer del presidente del Gobierno. «Genera mucha impotencia», señalan algunos de los presentes al acto. En el mismo sentido se ha mostrado Jordi Hereu, ministro de Industria, quien afirma que no dejará pasar «ni la calumnia ni la mentira», tras poner en valor la resurrección de Ebro, la legendaria marca de vehículos, presentada hace meses en el Salón del Automóvil de Barcelona.
Con el PSC en schock y con un incrédulo bloque constitucionalista ante la carta de Pedro Sánchez -porque nadie se cree nada-, la campaña tomará su punto álgido el próximo lunes, con la decisión de Pedro Sánchez. Será entonces cuando se haga el caldo de cultivo para justificar el pacto con ERC y los Comuns, si los republicanos de Pere Aragonès no llegasen a sumar con el PSC, para gobernar la Generalitat.
PUIGDEMONT, CON MÍTINES TODOS LOS DÍAS A EXCEPCIÓN DEL CIERRE
Este pacto entre PSC y ERC tendría sentido, toda vez que la última vez que gobernó el PSC lo hizo con los republicanos con un ejecutivo tripartito, al que se sumó ICV. No obstante, son los mismos que indultó el PSOE por el ‘procés’ y su lenguaje no ha cambiado ni una coma. Además, se les concederá la amnistía a quienes están acusados de terrorismo.
Puigdemont, por su parte, no se conformará con ser segundo y exigirá al PSC su trozo en el Gobierno de la Generalitat. El ultimátum apunta directamente al Congreso, donde el PSOE necesita los siete votos de Junts para sacar adelante todas las medidas, como la amnistía y los Presupuestos del próximo 2025 tras no juntar los apoyos necesarios.
Por ahora, espera a hacer los mítines en el sur de Francia, con una campaña de autocares, mientras el acto central de campaña se hará en Barcelona, con un cierre que se espera lleno. De esta forma, el líder de Junts mantendrá el apoyo de los suyos ‘in situ’.
ERC, por su parte, insiste en el acuerdo pactado con el PSOE, que estipula el referéndum, un hecho que se aparcará en caso de que Illa comande la Generalitat. Eso sí, ERC podría poner en más de un aprieto al Govern si se mantiene en sus trece con la consulta.