Este martes, 9 de abril, Frank Cuesta sorprendió al entrar en El Hormiguero sin saludar apenas y manteniéndose en el centro del plató de pie, llevando una pequeña mochila a su espalda. Ante la pasividad del invitado, Pablo Motos bromeó diciendo: «Tienes un entrar en plató que no sé si te quieres sentar o irte». El herpetólogo acudió al programa para hablar sobre dos experiencias cercanas a la muerte que ha experimentado recientemente: un ataque de un ciervo y la exposición al veneno de una rana.
En cuanto a esta última experiencia, aseguró que fue «el más angustioso porque veía en cámara lenta cómo me iba muriendo». Pablo Motos le preguntó si pensó que alguna de estas experiencias podría llegar a ser la última de su vida. A lo que Frank Cuesta respondió que es, precisamente, lo que desea: tener una muerte épica, dentro de muchos años eso sí, cuando ya sea muy mayor y, a poder ser, grabada para que sus hijos puedan vender el vídeo después.
6UN SANTUARIO DE CASI UN MILLÓN DE EUROS
El costo del terreno ascendió a 860,000 euros, además de otros 103,000 euros destinados al vallado, cableado subterráneo, construcciones y excavaciones para mejorar las instalaciones. El santuario está completamente equipado con cámaras de seguridad y grabación de vídeos para documentar la vida en la naturaleza. El Santuario Libertad fue adquirido gracias a una cooperativa que anteriormente utilizaba las tierras para el cultivo, una práctica que continúa como medio de subsistencia para el santuario bajo la dirección del ex tenista. A pesar de estar rodeado de campos y bosques, el recinto ya está completamente terminado, aunque existe la posibilidad de expandirlo en aproximadamente 50 hectáreas más.
Los gastos del santuario son cubiertos gracias a las donaciones recibidas y a las suscripciones a los canales de Twitch y YouTube de Frank Cuesta. Reveló que percibe alrededor de 12,000 a 14,000 euros al mes de YouTube. Con la intención de evitar que el santuario se convierta en un destino turístico, el streamer no acepta patrocinadores ni colaboradores, y ha rechazado la televisión como medio de financiación.