En el frenético febrero de 2022 el Partido Popular se convulsionó a nivel interno tras el cruento pulso abierto entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, «La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros», fue el epitafio político del primero.
El jefe de Gabinete de la segunda, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), viejo zorro, barrió a Teodoro García Egea con varios movimientos ajedrecísticos consistentes en filtraciones y susurros avalados por el mastodóntico presupuesto que la Comunidad de Madrid inyecta en el bolsillo de los medios de comunicación, vean la reciente denuncia de Rocío Monasterio.
MAR se zafó de la dirección nacional del PP y creyó que su jefa iba a intentar asaltar Génova 13 para caminar de la mano hacia La Moncloa, lo cual le convertiría en el primer spin doctor en llevar por 2 veces a un gobernante hacia el poder en España tras ejercer de sombra de José María Aznar desde que éste conquistó Castilla y León en 1987 hasta su victoria en marzo de 1996.
Pero la presidenta autonómica dijo «no», todavía con las cicatrices familiares abiertas, y se conformó con controlar al PP madrileño sin renunciar como dúo del ticket al ‘casadista’ José Luis Martínez Almeida.
MAR, entonces con 58 años y ahora con 60, igual pensaba que era su último tren para volver a La Moncloa. Díaz Ayuso no lo vio claro quizá por edad (aunque los trenes en política rara vez pasan por segunda vez) y aceptó apoyar a Alberto Núñez Feijóo.
El entonces presidente gallego se había asegurado del apoyo de Juanma Moreno para ejercer de tenaza contra el PP madrileño, tal y como hizo Mariano Rajoy en las primarias de 2008 cuando, al asegurarse la confianza del andaluz Javier Arenas y el valenciano Paco Camps, mandó «al Partido Liberal o al Partido Conservador» a Esperanza Aguirre, que no se atrevió siquiera a concurrir en el Congreso ‘popular’ celebrado en Valencia tras el segundo triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero.
MAR creía que limando el discurso de Ayuso en ‘tierras carlistas’ podría llevarla al poder a nivel estatal, pero la negativa de su jefa hizo al vallisoletano sopesar renunciar como jefe de Gabinete de la presidenta y aceptar los cantos de sirena de Florentino Pérez, que lo reclamó.
El ‘Ser Superior’ ya le contrató para coordinar los fastos del centenario blanco y ahora le invitaba a encargarse de la comunicación de la Superliga, tal y como contó Informalia, pero el madridista MAR, excomentarista de los partidos del club blanco en Radio Marca, prefirió seguir en la primera línea política.
Y es que, en su fuero interno, a MAR le sigue pesando su bien pagada salida de La Moncloa tras haber ejercido como desatinado portavoz gubernamental y bronco secretario de Estado de Comunicación de José María Aznar, que le abrió una puerta giratoria que le llevó a hacerse rico vendiéndole programas televisivos a la manipulada RTVE y a la Antena 3 recién privatizada por el PP.
RODRÍGUEZ Y AYUSO
Posteriormente, la ex mano derecha de Aznar pasó por el mundo de la publicidad, ejerció de tertuliano en la primera fiebre de programas políticos durante el ‘zapaterismo’ (de ‘La Noria’ a ‘Espejo público’) y hasta creó una televisión digital.
A MAR lo daban por muerto hasta que se acercó a un personaje solitario como Díaz Ayuso, que se apoyó en este killer sin el academicismo ni los juegos florales de Iván Redondo.