Gambas a la gabardina: el truco de la abuela para hacerlas más ricas que en un bar

En España hay numerosísimas tapas que han logrado establecerse como clásicos de nuestra gastronomía. Se trata de platos que se utilizan sobre todo durante los aperitivos, pero también como meriendas o entrantes. Las conocidas gambas a la gabardina son un buen ejemplo de ello, y todo un clásico de los bares de España.

En este artículo te diremos como prepararlas paso a paso para que te queden mejor que en ningún sitio en el que las hayas probado: crujientes por fuera y jugosas por dentro. Y podrás ver que es más sencillo de lo que parece.

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Retirar el exceso de aceite

La naturaleza de esta receta, por su rebozado y la forma en la que hay que freírlo, hace que después de pasar las gambas por el aceite estas puedan quedar excesivamente “aceitosas”. Por eso a medida que cada una se vaya cocinando, es recomendable pasarla por papel absorbente de cocina, y que de esta forma el invento “chupe” el líquido que sobra.

Por lo demás, se puede comprobar que es un plato sumamente sencillo de preparar y que, con dos o tres truquillos, quedará de lujo a cualquiera. Hay que comer recién hecho, eso sí, o de lo contrario pierde toda su gracia.