En la actualidad, el uso de sensores de glucosa ha adquirido un inesperado protagonismo como símbolo de estatus entre ciertos grupos. Sin embargo, para quienes como Lila Moss, una diabética tipo 1, dependen de estos dispositivos para gestionar su condición de salud, la perspectiva cambia estricta. El sensor de glucosa se convierte en un elemento de amor y odio, una herramienta vital que nos acompaña en nuestro día a día.
6Desafiando estereotipos y enfrentando realidades
Vivir con diabetes tipo 1 significa mucho más que administrar la glucosa en sangre; es enfrentarse a la ignorancia, los estigmas y las limitaciones impuestas por la enfermedad. Pero también es una historia de valentía, resiliencia y determinación. Al compartir nuestras experiencias y desafiar los estereotipos, podemos cambiar la percepción de la diabetes y encontrar fuerza en nuestra vulnerabilidad.