En la actualidad, el uso de sensores de glucosa ha adquirido un inesperado protagonismo como símbolo de estatus entre ciertos grupos. Sin embargo, para quienes como Lila Moss, una diabética tipo 1, dependen de estos dispositivos para gestionar su condición de salud, la perspectiva cambia estricta. El sensor de glucosa se convierte en un elemento de amor y odio, una herramienta vital que nos acompaña en nuestro día a día.
4Desafiando estigmas: vivir con diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 no es solo una condición médica; es un estilo de vida que consume gran parte de tu tiempo y energía mental. Desde el momento en que te diagnostican, te conviertes en portador de una señal invisible pero poderosa que proclama al mundo: «Mi páncreas me hizo ghosting». Este letrero luminoso te obliga a responder a una avalancha de preguntas sobre tu salud, robándote esos breves momentos de libertad sin preocupaciones.
La vida con diabetes tipo 1 es como un trabajo de tiempo completo sin descanso. Ya no eres solo un periodista o una persona común, sino un guerrero diabético que lucha constantemente por mantenerse en equilibrio. La enfermedad se convierte en tu identidad, una parte inseparable de quién eres y cómo te defines.