En la actualidad, el uso de sensores de glucosa ha adquirido un inesperado protagonismo como símbolo de estatus entre ciertos grupos. Sin embargo, para quienes como Lila Moss, una diabética tipo 1, dependen de estos dispositivos para gestionar su condición de salud, la perspectiva cambia estricta. El sensor de glucosa se convierte en un elemento de amor y odio, una herramienta vital que nos acompaña en nuestro día a día.
13La necesidad de empatía y comprender la realidad
Es fundamental que quienes no tienen diabetes comprendan la complejidad de vivir con esta enfermedad y eviten minimizar los desafíos a los que tienen que enfrentarse los diabéticos. En lugar de sobrevalorar la tecnología como una solución rápida, como pasa actualmente con los sensores de glucosa, es importante apoyar a las personas con diabetes brindándoles comprensión, empatía y apoyo en su viaje hacia el bienestar.