El papel de los dueños frente a sus canes, emociones más allá de las necesidades físicas, cómo la palabra correctamente seleccionadas trascienden los premios tangibles. Estos aspectos cobran especial interés cuando se trata de entender la relación entre los seres humanos y sus perros; es un vínculo donde la comunicación juega un papel primordial.
Los perros no solo buscan alimento o entretenimiento, también quieren sentirse parte de un «pack», de una familia. Esto nos conduce a indagar en los códigos comunicacionales entre especies y a la revelación sorprendente de que ciertas palabras pueden tener un impacto emocional mayor en nuestros amigos de cuatro patas que la comida o los juguetes.
3LA MAGIA DEL RECONOCIMIENTO Y EL AFECTO
Al analizar la relación entre humanos y perros desde una perspectiva más emocional, se hace evidente que el reconocimiento y el afecto son indispensables. Los perros, como seres que han evolucionado al lado del hombre, han desarrollado una sensibilidad especial hacia las muestras de cariño y pertenencia. Decir palabras que reflejen esos sentimientos puede fortalecer nuestro vínculo con ellos de una manera que va más allá de lo que cualquier objeto pueda hacer.
La voz de su dueño, cargada de emoción y calor humano, se convierte en una fuerza poderosa de conexión. Esto se traduce en un bienestar emocional para el animal, que se siente integrado y parte de un entorno amoroso. Por consiguiente, el reconocimiento verbal realizado con afecto puede ser tan significativo para ellos que impacta en su bienestar general.
En resumen, si bien es cierto que los perros disfrutan de la comida y se entusiasman con los juguetes, hay aspectos de su bienestar que son igual o más importantes. Las palabras tienen el poder de fortalecer lazos, transmitir seguridad y generar bienestar emocional. Como dueños conscientes, es nuestra responsabilidad entender esta faceta y utilizar nuestro lenguaje para crear un ambiente de amor y cuidado para el «mejor amigo del hombre».