Dejar de fumar es uno de los cambios más significativos y beneficiosos que puede hacer una persona por su salud. Este hábito, profundamente arraigado en la vida de muchos, tiene efectos perjudiciales en casi todos los órganos del cuerpo, incluyendo el corazón y los pulmones.
No obstante, el cuerpo humano muestra una asombrosa capacidad de recuperación una vez que se elimina el consumo de tabaco. A continuación, detallaremos los cambios instantáneos y progresivos que experimenta el cuerpo tras abandonar este hábito.
4BENEFICIOS A LARGO PLAZO
Los beneficios de dejar de fumar no se limitan a los cambios inmediatos o a corto plazo; a largo plazo, los riesgos de desarrollar enfermedades graves como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, disminuyen significativamente.
A los 12 meses sin fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad en comparación con el de los fumadores. Además, pasar 5 años sin fumar disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga a la mitad. Estos beneficios continúan acumulándose a medida que pasa el tiempo sin fumar, subrayando la importancia y el valor de dejar este hábito para una vida más larga y saludable.