Dejar de fumar es uno de los cambios más significativos y beneficiosos que puede hacer una persona por su salud. Este hábito, profundamente arraigado en la vida de muchos, tiene efectos perjudiciales en casi todos los órganos del cuerpo, incluyendo el corazón y los pulmones.
No obstante, el cuerpo humano muestra una asombrosa capacidad de recuperación una vez que se elimina el consumo de tabaco. A continuación, detallaremos los cambios instantáneos y progresivos que experimenta el cuerpo tras abandonar este hábito.
2RECUPERACIÓN DEL SISTEMA RESPIRATORIO
En las primeras semanas, sin tabaco, muchas personas experimentan una notable mejora en su función pulmonar. Esto se debe a la disminución de la inflamación y la menor producción de moco en los pulmones y las vías respiratorias, facilitando la respiración.
A medida que los cilios (pequeñas estructuras parecidas a pelos en los pulmones) comienzan a recuperar su función normal, la capacidad del cuerpo para eliminar el moco, el polvo y otras sustancias extrañas mejora, reduciendo el riesgo de infecciones respiratorias.