Diversos sindicatos que defienden a los militares, como la Unión de Militares de Tropa (UMT), la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) y la Asociación Profesional de Oficiales de Carrera de las Fuerzas Armadas (Aprofas), consideran que el Ministerio de Defensa está intentado a golpe de ‘pago de incentivo’ desmovilizar la creciente reclamación de todas las escalas para conseguir unas retribuciones justas.
UMT se ha quejado de que este incentivo de 100 euros a algunos militares en los meses de enero, febrero y marzo no lo cobra la totalidad de los militares que en la actualidad prestan su servicio en el Ministerio de Defensa y en los Ejércitos y Armada, algo que consideran una «discriminación» de una parte muy importante de las Fuerzas Armadas, por lo que piden que el «pago único incentivo» se conceda a todo el personal militar de las Fuerzas Armadas, independientemente de la escala, de si tiene o no destino, y de otras circunstancias.
Además, ha expresado su malestar por la falta de transparencia y de equidad en el reparto de este tipo de incentivos, que no se consolida en las retribuciones y que no responde a la demanda histórica de una mejora salarial para los militares, que sufren unos sueldos muy bajos en comparación con otros profesionales. La asociación ha solicitado al Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, que aclare los motivos y los requisitos para acceder a este incentivo, así como que garantice que todos los militares sean tratados con justicia y reconocimiento por su labor. En MONCLOA también preguntamos al gabinete de prensa del Ministerio de Defensa por el asunto, pero seguimos esperando su respuesta.
LOS SERVIDORES PÚBLICOS PEOR PEGADOS
ATME también ha reclamado al Ministerio de Defensa que el incentivo sea pagado a todos los militares que se encuentren sujetos al régimen general de derechos y deberes del personal militar. Y ha detallado que los militares de tropa y marinería conocieron esa subida cuando «vieron colgada su nómina del mes de marzo en el Portal Personal, comprobando que aparecía reflejado, junto a la subida con carácter retroactivo del 0,5 a todos los empleados públicos, un pago incentivo de 100 euros, correspondiente al citado mes, acompañados de 200 euros de atrasos correspondientes a enero y febrero».
Para este sindicato resultan curiosas varias circunstancias, primero que la nómina se publicara el día 11 de marzo cuando, en los últimos meses, la tónica general era que fuese publicada durante la última semana o que este incentivo solo afectara a una parte de los militares de tropa y marinería en activo. Sospechan que se trata de una estrategia para desmovilizar a la cada vez más numerosa cantidad de militares de todas las escalas que consideran que las retribuciones militares son «una vergüenza», colocándoles como los servidores públicos peor pagados.
Desde AUME, dentro de su propuesta para adecuar las retribuciones del personal de las FAS, destacan al hilo de esto que «la completa disposición para el servicio las 24 horas al día de los 365 días al año, las especiales características de nuestro quehacer diario que supone de forma general, entre otras cosas, la realización de guardias, instrucciones continuadas, despliegues en el extranjero, trabajo regular en jornadas nocturnas e incluso trabajo a turnos o servicios de carácter extraordinarios, los cuales exceden de la jornada de trabajo regulada, no es reconocido en las retribuciones, siendo necesario la remuneración de dichos conceptos, como sucede en el resto de la Administración General del Estado».
MILITARES QUIEREN SABER EL CRITERIO
En febrero, por primera vez en la historia del asociacionismo militar, todas las asociaciones presentes en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS), sin importar la escala de procedencia, solicitaron un Pleno Extraordinario donde saber cuál es el criterio que sigue Defensa para pagar o no pagar estos 300 euros. «En otras ocasiones, ha dependido de si un militar había estado los meses previos en misión internacional, si estaba destinado o pendiente de destino, si pertenece a unidades de la Fuerza…», pero ahora lo desconocen. Y cree que el Ministerio de Defensa no quiere adelantar la información sobre esta medida para poder sacar pecho en el Pleno Extraordinario, donde indudablemente tendrá que informar de ello.
Ya en otoño de 2022 se hizo un pago solo a militares de Tropa y Marinería, por eso ATME quiere saber por qué se excluye a los cuadros de mando y militares de complemento: oficiales y suboficiales, al personal de todas las escalas que se encuentra en la situación de reserva y, posiblemente como en veces anteriores, a los que se encuentran pendientes de asignación de destino, desplazados en misiones internacionales.
«LIMOSNAS QUE SE DECIDEN A DEDO»
ASFASPRO se ha referido al incentivo salarial de marzo como «limosnas que se deciden a dedo». Sus integrantes se preguntan si es pedir demasiado que el Gobierno destine una décima parte de los 13.000 millones de euros gastados en armamento para la adecuación salarial del personal militar.
la adecuación salarial que requiere el personal militar equivale a 1.382 millones de euros
Y es que las 4 asociaciones más representativas calculan que la adecuación salarial que requiere el personal militar equivale a 1.382 millones de euros. «Si tenemos en cuenta que entre julio y octubre de 2023, el Gobierno aprobó casi 13.000 millones en comprar vehículos de combate y armas, destinar una décima parte para el personal que tiene que manejar estos medios no parece demasiado».
Por todo ello, los sindicatos muestran su rechazo a este tipo de medidas puntuales «que no persiguen conseguir unas Fuerzas Armadas bien retribuidas, sino ir parcheando situaciones para lograr desmovilizar el creciente descontento de todas las escalas con respecto a las retribuciones militares» pues «si el Ministerio de Defensa piensa que por pagar unos incentivos puntuales a aquellos que menos cobran, tropa y marinería, van a acabar con sus justas reivindicaciones salariales están muy equivocados».