Flan casero: preparación fácil con tan solo 2 ingredientes imprescindibles

El flan casero es un postre tradicional que ha deleitado a muchas generaciones con su textura suave y sabor dulce. Aunque existen numerosas variantes, una de las formas más sencillas y populares de prepararlo es utilizando tan solo dos ingredientes principales.

Esta versión simplificada no solo mantiene la esencia del flan tradicional, sino que también facilita su preparación, haciéndolo accesible para cualquier aficionado a la cocina.

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ENFRIAMIENTO Y SERVICIO

Una vez cocido, el flan necesita enfriarse a temperatura ambiente y luego refrigerarse durante varias horas, preferiblemente toda la noche. Esto permite que el flan se asiente y adquiera la consistencia deseada.

Al momento de servir, se desmolda con cuidado, revelando la capa de caramelo líquido en la parte superior. El flan casero se puede disfrutar solo o acompañado de nata montada, frutas frescas o una salsa de caramelo adicional, según el gusto personal.