El flan casero es un postre tradicional que ha deleitado a muchas generaciones con su textura suave y sabor dulce. Aunque existen numerosas variantes, una de las formas más sencillas y populares de prepararlo es utilizando tan solo dos ingredientes principales.
Esta versión simplificada no solo mantiene la esencia del flan tradicional, sino que también facilita su preparación, haciéndolo accesible para cualquier aficionado a la cocina.
2EL CARAMELO: PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Aunque el flan se puede preparar solo con huevos y leche condensada, la mayoría de las recetas incluyen un tercer ingrediente: el caramelo. Este se elabora fundiendo azúcar hasta obtener un líquido dorado y brillante, que se vierte en el fondo del molde antes de añadir la mezcla de flan. El caramelo no solo añade una capa de sabor tostado y dulce, sino que también facilita el desmoldado del flan una vez cocido, proporcionando una presentación atractiva y apetitosa.
Para preparar el flan, se baten los huevos y se mezclan con la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea. Es importante no batir en exceso para evitar la incorporación de aire, lo que podría afectar la textura final del flan. Una vez preparado el caramelo y colocado en el molde, se vierte la mezcla de flan sobre él. El proceso de cocción se realiza a baño María en el horno, lo que asegura una cocción uniforme y suave. El tiempo de cocción varía según el tamaño del molde, pero suele ser de aproximadamente una hora a una temperatura moderada.