En la búsqueda constante de opciones alimenticias que conjuguen nutrición, economía y sencillez, encontramos platos que se convierten en joyas de la cocina cotidiana. La ensalada de tomate, lentejas y huevo es un ejemplo claro de la simplicidad convertida en arte culinario. Un plato que, más allá de sus valores nutritivos, es un derroche de sabor que satisface al paladar más exigente.
En este artículo, nos adentraremos en una receta que, con su humildad, se alza como una opción saludable y alcanzable para cualquier bolsillo, siendo un testimonio de la delicia económica que no debemos desestimar.
2DEL MERCADO A TU MESA: ¿CÓMO PREPARARLA?
Ahora, desgranemos el proceso de elaboración de este manjar. No hay ciencia oculta en la preparación de esta ensalada, lo que la hace aún más atractiva. Comenzamos cociendo las lentejas hasta que queden tiernas, pero firmes. A continuación, cocemos los huevos hasta el punto de cocción deseado, habitualmente unos 9 minutos para que queden bien hechos. Luego, cortamos los tomates en trozos generosos.
La mezcla de estos ingredientes crea un tapeo de color y sabor que alegrará cualquier comida. El aderezo es simple pero efectivo: un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, un toque de vinagre -preferiblemente de Jerez- sal y pimienta al gusto. La clave está en la frescura de los productos, que harán que esta ensalada sea un verdadero deleite para los sentidos.