Juan Lobato sigue en el punto de mira dentro de su propio partido. El secretario general del PSOE de Madrid empezó su mandato muy afín a los intereses de Ferraz; sin embargo, a medida que ha ido pasando el tiempo ha ido marcando un perfil propio y totalmente ajeno a la línea ‘editorial’ socialista sobre todo en cuestiones fundamentales, como la amnistía o la relación que debe tener con el Partido Popular e Isabel Díaz Ayuso.
Ahora las críticas de los detractores de Lobato dentro del propio PSOE de Madrid se centran sobre todo en la «falta de equipo fuerte, firme y estable» al rededor del secretario, según ha informado el periódico ABC.
El punto débil de Lobato, según adelanta el citado medio, es que el portavoz socialista «no ha sabido rodearse» de un equipo con garra que le acompañe durante su oposición en la Asamblea y que comparta con él las decisiones y estrategias para seguir haciendo frente a Isabel Díaz Ayuso.
MUCHAS INDIVIDUALIDADES DENTRO DEL PSOE DE LOBATO
Dentro del Partido Socialista Obrero Español de Madrid, las tensiones y las luchas de poder están dejando al descubierto una serie de conflictos internos, según informa el medio citado. Fuentes socialistas revelan que incluso dentro del equipo dirigido por Juan Lobato, el secretario general del PSOE de Madrid, prevalece un fuerte individualismo, especialmente por parte del propio líder, y se percibe una distribución desigual del juego político.
Según estas fuentes, en el seno del PSOE de Madrid se vive una constante disputa por el poder, independientemente del departamento en el que se encuentre cada miembro. La falta de trabajo en equipo y la predominancia de intereses individuales podrían estar debilitando la cohesión interna del partido. Desde el interior de Ferraz, la sede central del PSOE, lamentan que «un líder sin equipo tiene poco recorrido», evidenciando así la importancia del trabajo en conjunto para alcanzar los objetivos políticos.
Entre las ‘debilidades’ de lobato podrían figurar los siguientes nombres: Esteban Álvarez, Carlos moreno y marta bernardo
Entre los nombres que conforman el equipo de Lobato y que podrían estar contribuyendo a la falta de consolidación del poder del secretario socialista se encuentran figuras como Esteban Álvarez León, presidente de la Asociación de Directores de Secundaria y Formación Profesional de Madrid, quien mantiene una estrecha relación con Lobato desde su época como alcalde de Soto del Real; el cardiólogo Carlos Moreno; y Marta Bernardo. Por el simple hecho de que son los que mayor posición ocuparon en las pasadas listas.
Estas tensiones internas ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta el PSOE de Madrid para mantener la cohesión y la efectividad como partido político, en un momento en el que la unidad y la colaboración son fundamentales para afrontar los retos políticos y sociales de la región.
LA LEY DE AMNISTÍA, LA PRIMERA BRECHA ENTRE EL LOBATO Y EL PSOE
La ley de Amnistía se posicionó como el primer tema polémico entre Juan Lobato y su propio partido, marcando así la primera grieta visible entre el líder del PSOE de Madrid y la línea oficial del partido y, por tanto, del Gobierno de Pedro Sánchez. Las criticas y evasivas de Lobato hacia la amnistía empezaron a ser evidentes a principios de 2024, cuando comentó ante los medios su desacuerdo con la postura oficial del PSOE y el Ejecutivo central con respecto al tema.
Lobato dejó claro que la ley de amnistía va, según su criterio, «en contra de lo que nos define como sociedad» argumentando que las normas deben ser cumplidas, aunque reconoció que podría tener aspectos positivos. Estas declaraciones, aunque no fueron contundentes, generaron malestar dentro de su propio partido al contradecir la línea marcada por el presidente Pedro Sánchez.
Por otro lado, en la última sesión la Asamblea, Lobato fue cuestionado nuevamente sobre el tema justo antes de que la Comisión de Justicia del Congreso diera luz verde a un nuevo texto, diseñado para satisfacer por completo las demandas de Puigdemont. Ante la pregunta, Lobato intentó esquivarla argumentando que aún no conocía la redacción exacta de la nueva ley: «Ya veré su contenido cuando lo estudie. En todo caso, ya conocen mi posición sobre esto y veremos si en la tramitación parlamentaria sale adelante».
El líder socialista también enfatizó la necesidad de ocuparse de asuntos «importantes», destacando la importancia de seguir profundizando en las mejoras sociales y económicas en España. Lobato subrayó que este debería ser el objetivo prioritario de todos, señalando así su intención de mantener el enfoque en cuestiones que considera más relevantes para el país.
LOS CRÍTICOS DE LOBATO: FRANCISCO AYALA Y SARA HERNÁNDEZ
Entre los críticos más destacados se encuentran el alcalde de Fuenlabrada, Francisco Javier Ayala, y la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. Ayala, quien compitió en su día con Lobato en las primarias del partido y resultó derrotado, es considerado uno de los pesos pesados dentro de su formación política. Su influencia se ve respaldada por el sólido resultado de mayoría absoluta que obtuvo en su ciudad natal.
Por su parte, Sara Hernández es una figura muy respetada y escuchada entre los sectores más afines al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dentro del PSOE de Madrid. Su opinión y liderazgo son valorados dentro del partido, así como el del exalcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios.
Recientemente, Lobato ha instado a estos críticos internos a expresar abiertamente sus opiniones y críticas, animándoles a hacerlo de manera pública y transparente. A pesar de las críticas, Lobato cuenta con un sólido apoyo entre varios miembros del partido, quienes defienden su derecho a establecer una estrategia propia en una región donde el PSOE lleva décadas sin gobernar. Algunos de sus fieles seguidores incluyen a Candelaria Testa, alcaldesa de Alcorcón, quien ha respaldado públicamente la gestión de Lobato al frente del PSOE de Madrid.
Las fuentes consultadas, por el citado medio, aseguran que todos los secretarios generales del partido han tenido la oportunidad de diseñar sus propias líneas de acción, y que Lobato debe tener la libertad y el margen de maniobra necesarios para intentar recuperar el terreno perdido en la región.