En un mundo gastronómico cada vez más atrevido e innovador, nuevos platos irrumpen en la escena culinaria rompiendo con lo tradicional. Lo último viene de la mano de una propuesta tan arriesgada como apetitosa, la pizza de cocido. Esta creación une dos universos culinarios: por un lado, la venerada pizza, con sus orígenes en la Italia más auténtica, y por el otro, el cocido, un plato fundamental en el recetario tradicional español.
El resultado es una fusión inesperada y, según los primeros valientes que la han degustado, una combinación exitosa que despierta las papilas gustativas. Pero ¿qué hay tras esta mezcla? En las siguientes líneas desgranaremos este innovador plato, sus orígenes y cómo se integran en él la tradición y la modernidad.
2DEL COCIDO MADRILEÑO A TU PLATO
Hablemos de las raíces. El cocido madrileño es un estandarte de la cocina española, un guiso completo y nutritivo que ha calentado el alma de los hogares desde tiempos inmemoriales. Sus ingredientes son símbolo de la variedad y riqueza de los productos de la tierra: la chacina, los vegetales y las legumbres. Todos ellos cocinados lentamente para lograr ese sabor profundo e irrepetible, que ahora se busca capturar en la pizza de cocido.
La selección de ingredientes para esta pizza es crucial. No se trata de colocar simplemente los componentes del cocido sobre una masa y listo; cada elemento es cocinado con la misma dedicación que requeriría un cocido tradicional, para posteriormente pasar a integrarse de manera armónica en la pizza. El chorizo y la morcilla deben ser de primera calidad, los garbanzos tiernos pero enteros, el repollo debe aportar esa nota fresca y, por supuesto, no puede faltar un buen caldo, reducido y concentrado, que se incorpore a la salsa de tomate para impregnar cada bocado con el alma del cocido.