La Estación Internacional de Canfranc, situada en el Pirineo Aragonés de España, se ha envuelto en un aura de misterio y leyendas a lo largo de sus más de noventa años de historia.
Inaugurada en 1928, esta imponente estructura no solo es reconocida por ser una de las estaciones de tren más grandes de Europa, sino también por las innumerables historias que se tejen en sus andenes y pasillos. A lo largo de los años, Canfranc no solo ha sido testigo de acontecimientos históricos, sino que también ha sido el protagonista de numerosos relatos que oscilan entre la realidad y la ficción.
3PROYECTOS DE RESTAURACIÓN
Tras años de abandono, la estación de Canfranc está experimentando un renacimiento gracias a diversos proyectos de restauración y revalorización. En 2013, se iniciaron obras para devolverle su esplendor original, con el objetivo de transformarla en un centro de actividades culturales y turísticas. Este proyecto ha incluido la rehabilitación de sus instalaciones, así como la creación de un hotel y un museo dedicado a su historia y arquitectura.
Además, en 2020 se firmó un acuerdo internacional para restablecer la conexión ferroviaria entre España y Francia, lo que implica una renovación completa de las infraestructuras ferroviarias y la posibilidad de revitalizar la zona con un nuevo flujo de viajeros y turistas. Estas iniciativas buscan no solo preservar el legado histórico de Canfranc, sino también convertirla en un motor económico y cultural para la región.