La inteligencia artificial no deja de evolucionar y está llamada a ser toda una revolución a medio-largo plazo, y aunque aún no es una gran amenaza en muchos ámbitos, en el futuro podría suponer el fin de algunos empleos. Además, también podría facilitar la labor de los ciberdelincuentes, sobre todo tras el nacimiento del primer gusano informático potenciado por IA.