sábado, 23 noviembre 2024

Descubre los entresijos de ‘La Promesa’: La actriz principal revela su experiencia tras bastidores

En la actualidad, «La Promesa» se ha consolidado como uno de los mayores éxitos diarios de TVE, atrayendo a más de un millón de espectadores entre quienes sintonizan los episodios en directo y quienes los disfrutan en diferido.

Con más de 300 capítulos emitidos, este serial de época ha conquistado al público, pero detrás de este logro se esconde un arduo trabajo y sacrificio. En esta ocasión, nos sumergimos en el fascinante universo de «La Promesa» a través de los ojos de Sara Molina, la talentosa actriz que da vida a María Fernández en la serie.

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La experiencia de Sara Molina

En una reciente entrevista para el Diario de Sevilla, Sara Molina compartió sus experiencias y reflexiones sobre su participación en «La Promesa». La joven actriz, encargada de interpretar el papel de María Fernández, destacó la intensidad del trabajo requerido en la serie: «Una serie como ‘La Promesa’ obliga a estar concentrados de lunes a viernes. Son todos los días implicados en el plató, preparados y avisados», afirmó.

Sumergiéndose en la época

Dada la ambientación histórica de la serie, Molina reveló sus secretos para sumergirse más profundamente en su papel como sirvienta. Además de leer libros y ver películas relacionadas con la época, destacó la influencia de «Downton Abbey» en su preparación.

Sin embargo, la fuente más significativa de inspiración para Molina es su propia abuela, quien sirvió en una casa y proporciona valiosas perspectivas sobre las mujeres que trabajaban en esa época. Molina compartió: «Cada vez que voy a verla, ella me recuerda frases que decía para incluirlas en el guion. Parte de lo que es María Fernández lo he construido en torno a mi abuela».

Rodaje de «La Promesa»

Sara Molina ofrece una visión detallada de cómo transcurren los días de rodaje en «La Promesa». «Vamos a capítulo por día, distribuyendo secuencias que pueden ser de otros episodios. No hay horarios fijos para cada uno de los actores y lo sabes unos días antes, o el día antes mismo», explica la actriz.

Las jornadas de grabación son maratonianas, comenzando temprano con sesiones de maquillaje y peluquería para luego sumergirse en el trabajo interpretativo. Molina destaca la importancia de los uniformes, que contribuyen a la inmersión en los personajes.

El ambiente en el set

A pesar de las exigencias del rodaje, Molina elogia el ambiente en el set de «La Promesa». «Está ‘La Promesa’ delante de las cámaras y hay otra detrás. En las dos hay muy buen ambiente», asegura la actriz. Aunque llegó más tarde que algunos de los veteranos, Molina elogia la generosidad y apoyo de los actores más experimentados, como Joaquín Climent (Rómulo) y María Castro (Pía).

También destaca la contribución del creador y productor ejecutivo, Josep Cister, a quien describe como alguien cercano, siempre presente y capaz de ver el potencial de todos los involucrados en el proyecto.

El desafío de los primeros días

Recordando sus primeros días en «La Promesa», Molina comparte la natural ansiedad que experimentó al enfrentarse a las cámaras y al extenso equipo de producción. «Al principio tenía que contar con los nervios de las cámaras, entre tanta gente.

Hasta que conoces a todos», confiesa. Sin embargo, la actriz resalta el apoyo brindado por los veteranos, quienes facilitaron su integración y la ayudaron a superar esos nervios iniciales.

El legado de «La Promesa»

En el corazón de «La Promesa» está la visión del creador y productor Josep Cister, quien ha concebido la serie desde sus primeros momentos. Molina destaca la importancia de sentirse parte de una familia en el set, un ambiente creado por la colaboración y la comprensión entre los miembros del elenco y el equipo de producción.

Este legado se traduce en un proyecto televisivo que va más allá de las cámaras y que, según Molina, ha creado un lazo especial entre todos los involucrados.

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Explorando otros detalles de «La Promesa» a través de los ojos de Sara Molina

Detrás de cámaras: Secretos y anécdotas

Sara Molina, quien da vida a María Fernández en «La Promesa», nos invita a dar un vistazo único detrás de cámaras. Revela que, aunque la serie sigue un riguroso calendario de grabación, a veces se distribuyen secuencias de distintos episodios en un mismo día, añadiendo un desafío adicional para los actores al tener que transitar entre diferentes momentos narrativos.

En cuanto a secretos del set, Molina comparte que los uniformes son más que simples vestimentas; constituyen una herramienta vital para sumergirse en la autenticidad de sus personajes. «Nuestro uniforme es ir de nuestro personaje», comenta la actriz. Estos trajes no solo son una extensión visual de la trama, sino que se convierten en una especie de portal que transporta a los actores a la época en la que se desarrolla la historia.

Inspiración y preparación: El mundo de María Fernández

La preparación de Molina para encarnar a María Fernández no se limita al estudio de la época a través de libros y películas. La actriz confiesa haberse sumergido en la esencia del personaje gracias a su abuela, quien sirvió en una casa en tiempos pasados. Este enfoque personal y tangible ha permitido a Molina construir las capas emocionales de María Fernández de manera auténtica, incorporando incluso frases y experiencias de su propia abuela en el guion.

Además, Molina destaca la influencia de otras producciones televisivas, como «Downton Abbey», como fuente de inspiración para entender mejor las dinámicas de las sirvientas en la sociedad de la época. Este enfoque integral en la preparación del papel demuestra la dedicación y el respeto de Molina hacia su personaje y la riqueza histórica que impulsa «La Promesa».

El impacto de los veteranos: Colaboración y generosidad

A medida que Molina se incorporó al elenco de «La Promesa», tuvo la oportunidad de trabajar junto a actores veteranos, quienes le brindaron un cálido recibimiento. Destaca la generosidad de Joaquín Climent (Rómulo) y la orientación de María Castro (Pía), destacando cómo estos actores experimentados hicieron su transición más suave. Este ambiente colaborativo, según Molina, no solo facilita el trabajo diario, sino que también contribuye a la creación de una verdadera familia en el set.

La visión de Josep Cister: Creando un legado televisivo

En el centro de «La Promesa» se encuentra la visión y dedicación del creador y productor ejecutivo, Josep Cister. Molina resalta que Cister ha estado presente desde el primer momento, involucrándose en las tramas y comentando sobre el contexto de la serie.

Su compromiso no se limita únicamente a la producción, sino que se traduce en la creación de un ambiente familiar en el que cada miembro del elenco se siente valorado y parte fundamental del proyecto.

Reflejos de la realidad en «La Promesa»

Molina también comparte cómo, al sumergirse en el universo de «La Promesa», ha encontrado paralelismos sorprendentes con la realidad. La serie, ambientada en un momento histórico crucial para España, ha permitido a los actores explorar temas universales que siguen resonando en la sociedad actual.

Molina destaca cómo la serie aborda temas como el trabajo, la invisibilidad de las mujeres mayores y las complejidades de las relaciones, proporcionando una perspectiva única que conecta con la audiencia de manera profunda.

El legado de «La Promesa»: Más allá de las pantallas

Con el paso del tiempo, «La Promesa» no solo se convierte en un éxito televisivo, sino en un legado que trasciende las pantallas. Molina reflexiona sobre cómo la serie ha creado un lazo especial entre los miembros del elenco y el equipo de producción.

Este legado se construye no solo en la calidad de la producción, sino en la conexión humana y la colaboración que ha dado vida a un proyecto televisivo que dejará una huella duradera en la televisión española.

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El impacto de «La Promesa»

En conclusión, la experiencia de Sara Molina en «La Promesa» no solo ilustra el trabajo dedicado y los desafíos diarios en la producción de un exitoso serial de época, sino que también resalta la importancia de la colaboración, el respeto y la conexión humana en la creación de un proyecto televisivo duradero.

Con sus palabras, Molina nos invita a adentrarnos en el fascinante mundo de «La Promesa», donde la historia se entrelaza con la realidad y donde cada detalle contribuye al éxito de una serie que ha dejado una marca imborrable en la televisión española.