El sindicato CSIT Unión Profesional y el Sindicado de Policía Local Asociado (P.L.A.) han unido fuerzas para solicitar el Ayuntamiento de Alcorcón a que conceda a los agentes de la Policía Municipal de más recursos para poder efectuar su trabajo de forma correcta. Ambos organismos instan al Consistorio a que dote a los agentes de los chalecos antibalas suficientes y que los equipe, además, con las famosas pistolas Taser.
A través de una carta dirigida al concejal de Seguridad, David López, a la que ha tenido acceso Efe y replicada por La Razón, ambos organismos aseguran que a los nuevos policías locales que se incorporaron hace 10 meses, no les han suministrado los chalecos antibalas correspondientes. Por tanto, «exigen que se les dote de este equipo de protección individual».
De esta forma, la Policía Local de Alcorcón acuden en su misiva al Decreto 49/2023, de 3 de mayo, que dicta lo siguiente. «Los miembros de los Cuerpos de Policía Local deberán ir necesariamente dotados de equipo de protección individual». Además, hacen un inciso en el apartado 5 de dicho documento, el cual indica que «el equipo mínimo policial está formado por los siguientes elementos: Chaleco antibalas».
LA POLICÍA LOCAL NO ENTIENDE LA PRECARIEDAD QUE VIVEN EN ALCORCÓN
«No entendemos que diez meses después de haber finalizado su academia de formación y empezar a trabajar como uno más, a estos agentes no se les ha dotado por parte de la corporación del preceptivo chaleco antibalas, tal y como marca la legislación vigente», explican CSIT Unión Profesional y el Sindicato de Policía Local Asociado en su carta al concejal de Seguridad de Alcorcón.
Por otro lado, apuntan a que muchos de los nuevos agentes locales se encuentra trabajando en una situación precaria, no solo por la falta de recursos, sino también por el estado del equipo con el que trabajan. «Utilizan chalecos con los paneles balísticos caducados que otros compañeros les ha prestado», explican. Asimismo, han denunciado que en los meses de frío tampoco han recibido prendas de abrigo para patrullar.
Es por eso que en su misiva, ambas organizaciones, instan al edil de Alcorcón de que «dote con la mayor brevedad posible de elementos de protección individual, chaleco antibalas, a los compañeros de nuevo ingreso».
LAS PISTOLAS TASER OTRO TEMA A DEBATE
En lo referente a la solicitud por parte de los sindicatos policiales, sobre las pistolas Taser, ambos organismos afirman que la Policía Municipal no las usa «por convicción propia» del concejal de Seguridad, David López. Es decir, la opinión del consejero vale más que la propia seguridad de la Policía Local.
Una posición que lamentan los agentes. «Es una verdadera lástima que, teniendo los medios materiales y agentes formados para portar esta herramienta, no se utilicen para el servicio de la policía».
Los policías locales de Alcorcón salen a patrullar sin tener chalecos y si lo hacen en su mayoría están caducados
Asimismo, a lo largo de la misiva, las organizaciones le recuerdan a David López que el uso de la pistola Taser está reglamentado en el decreto citado con anterioridad. «Aunque ya sabemos su postura al respecto, ‘por convicción política’ como dice usted, le recordamos que, en este mismo artículo del decreto, concretamente en su apartado 3, indica que forman parte del equipo… los dispositivos de control».
Por otro lado, recalcan que varios cuerpos de Policía Local de la Comunidad de Madrid ya hacen uso de esta herramienta de trabajo, como los Ayuntamientos de Pinto y Valdemoro, que dentro de poco incorporaran las «pistolas eléctricas Taser en los próximos meses». Un arma que, según ellos, es «mucho menos» lesiva «que el arma de fuego».
EL AYUNTAMIENTO DE ALCORCÓN SE ‘LAVA LAS MANOS’ CON LA POLICÍA LOCAL
Desde la Consejería de Seguridad Ciudadana, que asume la dirección política de la Policía Municipal de Alcorcón, han comunicado su decisión de descargar las pistolas Taser, alegando que estas no forman parte de «su modelo de seguridad».
El concejal alegó que ellos están «centrados en un modelo de seguridad basado en la prevención, la formación y la escucha activa, con el objetivo de que Alcorcón sea una localidad donde vivir bien y en la que sus ciudadanos sigan confiando plenamente en sus instituciones y servicios públicos», ha recogido el citado medio de comunicación.
En sus declaraciones, David López, quiso reiterar que desde su equipo están siempre centrados «en los problemas de seguridad cotidianos» que les reclaman los vecinos y vecinas de Alcorcón, como por ejemplo «el aparcamiento en doble fila o los excrementos de los perros en la vía pública». Sin duda, ambos temas son más importantes para los habitantes del municipio que la propia seguridad en las calles.
Sin embargo, el conejal no cerró la puerta ante la posibilidad de incorporar las Taser en el Cuerpo de Policía Local. «Se puede hablar de todo y actuar siempre que haya margen de mejora, pero los vecinos están preocupados por asuntos del día a día que atañen a la convivencia», quiso añadir. No obstante, no quiso adentrarse en sí, el uso de las pistolas Taser es o no adecuado.
EL RIESGO DE LAS ARMAS DE ELECTROCHOQUE
El uso de armas de electrochoque, como las pistolas Taser, ha generado un creciente debate en torno a los riesgos que implican para la integridad física de las personas. Si bien estas armas están diseñadas para incapacitar temporalmente a los individuos mediante una descarga eléctrica, su utilización conlleva riesgos considerables, especialmente para ciertos grupos vulnerables.
Además del dolor extremo que provoca el impacto de las pistolas Taser, existe la posibilidad de lesiones adicionales al caer al suelo tras recibir una descarga eléctrica. Este riesgo se agrava para personas con determinadas enfermedades o condiciones físicas, como menores de edad, personas mayores, individuos con patologías cardíacas (como arritmias o aquellos con marcapasos) y mujeres embarazadas. Estas personas, cuya fuerza física está limitada, son más susceptibles a sufrir consecuencias graves por el uso de estas armas.
La experiencia internacional ha revelado que el mayor número de casos de muertes relacionadas con el uso de armas de electrochoque se ha dado en individuos bajo los efectos de drogas, ciertos medicamentos asociados a enfermedades psíquicas y personas con trastornos mentales. Esto subraya la importancia de considerar los riesgos adicionales que estas armas pueden representar para estos grupos vulnerables.
Mientras los sindicatos policiales defienden que el uso de armas de electrochoque aumenta la seguridad de los agentes en su labor diaria, el debate sobre su empleo seguro y ético sigue encendido. A pesar de los mensajes tranquilizadores de los fabricantes, como la marca estadounidense Taser, las preocupaciones sobre los riesgos inherentes a estas armas han llegado también a municipios como Alcorcón, donde la discusión sobre su implementación sigue siendo un tema de preocupación y controversia.
INTERIOR COMPRÓ RECIENTEMENTE 1.000 PISTOLAS TASER
La reciente adquisición de 1.000 pistolas Taser por parte del Ministerio de Interior ha desencadenado críticas y preocupaciones entre expertos y colectivos preocupados por los posibles riesgos asociados a su uso. Si bien estas armas eléctricas son parte del equipamiento de la Policía Nacional, la Guardia Civil y algunos cuerpos de policía local, su empleo ha generado debates constantes debido a las consecuencias físicas y potenciales abusos que pueden ocasionar.
La noticia de esta compra ha avivado el debate sobre la idoneidad y seguridad del uso de las pistolas Taser en la aplicación de la ley. Varios colectivos han denunciado que su empleo indebido puede llevar a casos de trato cruel, inhumano o degradante, e incluso a situaciones de tortura, especialmente cuando su utilización no está justificado o parece tener una intención punitiva.
Amnistía Internacional ha documentado casos en los que el uso de estas armas de electrochoque ha resultado en la muerte de algunas personas, lo que ha aumentado la preocupación sobre su seguridad y su potencial para causar daño grave o fatal.
La compra de estas 1.000 pistolas Taser por parte del Ministerio de Interior ha reavivado el debate sobre los protocolos de uso de estas armas y la necesidad de garantizar que su empleo esté regulado de manera rigurosa y se ajuste a los estándares de derechos humanos. En medio de las críticas y preocupaciones, se espera que las autoridades tomen medidas para garantizar que el empleo de estas armas se realice de manera responsable y respetuosa con los derechos y la seguridad de los ciudadanos.
