El partido animalista Pacma ha enviado sendos escritos al Ayuntamiento de Madrid y a la Comunidad para que suspendan y no autoricen la mascletà en Madrid Río porque es «una temeridad medioambiental».
La mascletà «pone en grave peligro la biodiversidad y el bienestar de los animales que habitan la zona» dado que tiene previsto hacer uso de 307 kilos de pólvora, «una cantidad que supera ampliamente los 260 que se emplearon en el cierre de las últimas Fallas valencianas».
«El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha defendido esta iniciativa, argumentando que la ubicación elegida ha sido evaluado por técnicos del Ayuntamiento, pasando por alto aparentemente el requisito legal de obtener autorización expresa de la Comunidad para este tipo de eventos, tal y como lo establece la legislación autonómica vigente», han advertido en Pacma.
A lo que unen que, según está establecido en la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, «es responsabilidad de la Comunidad de Madrid adoptar las medidas necesarias para garantizar la conservación de la biodiversidad que vive en la comunidad en estado silvestre, atendiendo preferentemente a la preservación de sus hábitats».
Para la formación política animalista es «imprescindible recordar que la pirotecnia representa un grave riesgo para el medio ambiente, la salud humana y el bienestar animal porque los estruendos generados por los explosivos causan estrés, ansiedad y daños auditivos, además de representar un peligro para muchas especies animales, ya en época de reproducción».
Pacma ha recordado a las autoridades madrileñas que estudios científicos han demostrado que las partículas metalíferas liberadas por la pirotecnia «pueden afectar la salud respiratoria de las personas, especialmente aquellas con antecedente de asma o problemas cardiovasculares».
Además la pirotecnia «representa un serio peligro de incendios». La elección de la ubicación para la mascletà, en las inmediaciones de espacios verdes como la Casa de Campo y el renaturalizado río Manzanares y a solo ocho kilómetros de una zona de especial protección de las aves como es la ZEPA Monte El Pardo, «supone una amenaza para la biodiversidad local».