La polémica desatada por el «voto irregular» registrado durante la última sesión en la Asamblea de Madrid ha puesto en la mira a la portavoz de Vox en la región, Rocío Monasterio. Este incidente, que tuvo lugar la semana pasada, se originó desde un escaño vacío perteneciente al partido, tras la salida del número dos de la formación, José Luis Ruiz Bartolomé.
Según ha adelantado ABC, Monasterio podría enfrentarse a severas consecuencias por este suceso, que incluyen la expulsión del Pleno y una suspensión de sus retribuciones por un período estimado entre 15 y 30 días. La situación ha desatado un debate en el ámbito político madrileño sobre la integridad del proceso legislativo y la responsabilidad de los representantes electos.
La presunta irregularidad del voto ha generado fuertes críticas y cuestionamientos hacia la portavoz de Vox, quien se encuentra en el centro de la controversia. Las autoridades competentes están evaluando las medidas disciplinarias a aplicar en este caso, mientras que desde Vox se ha guardado silencio hasta el momento.
AYUSO SACA LOS COLORES A MONASTERIO
El tenso enfrentamiento entre Vox y el Partido Popular en la Asamblea de Madrid ha alcanzado nuevos niveles de confrontación, destacando un agrio intercambio entre la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. El presunto «voto irregular» registrado recientemente ha sido el detonante de esta disputa, evidenciando tensiones internas en el seno de la coalición de derecha.
Durante una sesión marcada por la intensidad y el debate acalorado, Díaz Ayuso no dudó en señalar directamente a Monasterio, exponiendo públicamente sus desacuerdos y críticas. «No les salva de cometer enormes errores donde no le vamos a poder ayudar. Si usted va por una carretera en la que hay que circular a 80 y la pillan a 140, se llame Monasterio, o sea de Vox, usted comprenderá que tendrá que ser multada», expresó la presidenta regional ante el pleno.
Las palabras de Ayuso fueron interpretadas por Monasterio como una amenaza velada, entendiendo que la líder del Partido Popular estaba insinuando una acción disciplinaria contra ella. La portavoz de Vox argumentó que Ayuso estaba presionando al presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, para expulsarla del Pleno debido al incidente del «voto irregular» de la semana anterior.
No les salva de cometer enormes errores donde no le vamos a poder ayudar. Si usted va por una carretera en la que hay que circular a 80 y la pillan a 140, se llame Monasterio, o sea de Vox, usted comprenderá que tendrá que ser multada
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid
En dicho suceso, el diputado Íñigo Enríquez de Luna ocupó temporalmente el escaño vacío al lado de Monasterio durante la sesión. Cuando llegó el momento de la votación, Enríquez de Luna regresó a su lugar, pero la luz indicadora de presencia se activó, registrando involuntariamente un voto más de Vox. Monasterio admitió haber intentado apagar la luz, sin éxito. Este incidente tuvo lugar durante la votación de una enmienda a la totalidad de Más Madrid contra la ley de Economía Circular, que fue rechazada con los votos exclusivos del Partido Popular.
La tensión entre las facciones políticas en la Asamblea de Madrid evidencia la fragilidad de la coalición de derecha y la complejidad de mantener la cohesión interna en medio de disputas y diferencias ideológicas. El futuro de Rocío Monasterio en el Pleno y las posibles repercusiones del voto irregular siguen siendo temas de debate y controversia en el ámbito político regional.
LA ASAMBLEA DE MADRID INVESTIGA LO SUCEDIDO
La Asamblea de Madrid anunció que había puesto en marcha una investigación sobre un posible voto irregular registrado durante una reciente sesión parlamentaria, focalizando la atención en el Grupo Parlamentario Vox. Monasterio ha intentado desviar la responsabilidad, señalando a los medios técnicos de la Cámara y al presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio.
Según sus declaraciones, advirtieron al presidente sobre la imposibilidad de apagar el escaño del diputado ausente, intentando corregir la situación durante la votación. Sin embargo, Ossorio respondió rápidamente a través de redes sociales, indicando que en las votaciones simplemente se aprietan dos botones, uno para indicar presencia y otro para emitir el voto correspondiente.
La Mesa de la Asamblea tiene previsto reunirse próximamente para autorizar la investigación y designar un instructor, lo que podría llevar semanas antes de llegar a una conclusión. Todo apunta a que la investigación se centrará en Monasterio, como presunta autora del doble voto, tanto en su escaño como en el vacío a su lado.
Aunque el Reglamento de la Asamblea no aborda explícitamente el caso de un doble voto o voto fantasma, se basará en el artículo 33.3 para definir la posible infracción de los diputados, que incluye atentar contra la dignidad de la Asamblea o la disciplina parlamentaria.
Si se determina que Monasterio incurrió en esta infracción, el caso podría pasar a la comisión del estatuto del diputado, donde se evaluaría la aplicación de una sanción. En este contexto, se contempla una posible suspensión de los derechos de Monasterio como diputada por un período de entre 15 y 30 días, que incluiría la expulsión del Pleno y la reducción proporcional de la retribución.
Mientras tanto, la tensión entre Vox y el Partido Popular en la Asamblea de Madrid sigue en aumento, con Monasterio lamentando que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, parezca más preocupada por su expulsión que por otros asuntos de interés público, como la problemática de los menores extranjeros no acompañados. Esta afirmación surge en el contexto de la reciente propuesta de Vox para la expulsión inmediata de todos los menores no acompañados a sus países de origen, que fue rechazada por el resto de partidos presentes en la Asamblea.
