Los chalecos antibalas de la Guardia Civil han vuelto a la palestra al no cumplirse la promesa que les hizo la Dirección General de la época de María Gámez. Según un escrito de la Dirección General, «en el año 2023 existirían 58.000 chalecos, lo que permitiría alcanzar la ratio de un chaleco antibalas de seguridad ciudadana por guardia civil que desarrolla misiones donde sea susceptible el uso del mismo». Pero estamos ya en 2024 y todavía están esperando que lleguen la totalidad de esos chalecos prometidos.
MARÍA GÁMEZ PROMETIÓ 58.000 CHALECOS EN 2023, UNO POR CADA GUARDIA CIVIL EN MISIÓN DE SEGURIDAD CIUDADANA
Según la exdirectora de la Guardia Civil, la Institución requirió para ello una partida de 5,6 millones de euros, que se engloban en los 22,4 millones de euros destinados a la reposición de la uniformidad. También informó que en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023 adquiriría «un mínimo» de 1.800 vehículos nuevos y la compra de 240 táser además de fusiles y pistolas semiautomáticas.
Diferentes sindicatos como AUGC o JUCIL, por poner varios ejemplos, continúan vigilando de cerca que cada guardia civil cuente con su chaleco antibalas individualizado, cuestión que la Dirección General de la Guardia Civil no ha culminado durante 2023. La presión de las organizaciones sindicales resulta clave ante la lentitud con la que está actuando el Cuerpo y dado que «en los últimos años, las agresiones a los agentes están aumentando y necesitan de más medios para protegerse», apunta Pedro Carmona, portavoz de AUGC.
UNA PRENDA VITAL PARA SU SEGURIDAD
Desde AUGC han confirmado a MONCLOA que aún quedan muchos agentes que no cuentan con su propio chaleco como es el caso de unidades de Seguridad Ciudadana y especialidades o existen problemas de talla en chalecos femeninos. Es necesario que estos estén perfectamente adaptados a la anatomía de forma individualizada, tanto en el caso de las mujeres como de los hombres. Y que la nueva dirección de la Guardia Civil cumpla su promesa.
«Estamos hablando de vidas en juego. Por ello mismo, nos comprometemos a seguir vigilando estrechamente el cumplimiento de estas previsiones que nos llegó desde la Dirección General. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha reiterado en numerosas ocasiones lo necesario que es que llegue el material a los componentes de toda España. Tenerlo o no puede significar la vida o la muerte ante los impactos de armas de fuego o agresiones con armas cortas o punzantes que se pudieran producir en servicios e intervenciones, pero parece que la cuestión no tiene la misma importancia para la Administración», insisten desde el sindicato.
«dEBEMOS DISPONER DEL SUFICIENTE MATERIAL DE DEFENSA Y PROTECCIÓN, DE UNOS RECURSOS ACTUALIZADOS Y AJUSTADOS»
Durante el año 2022 las agresiones a los guardias civiles aumentaron considerablemente, con agresiones que van en aumento cada año en todo el país, también en el año recién terminado. Por ello esta prenda es muy necesaria para el servicio. «Debemos de disponer del suficiente material de defensa y protección, de unos recursos actualizados y ajustados. Los guardias civiles están en el punto de mira continuamente por lo que reclamamos más apoyo institucional así como un endurecimiento de las penas para poder desempeñar las funciones con mayores garantías y los menores riesgos posibles».
EN PAMPLONA HAY 30 CHALECOS PARA 176 GUARDIAS
El no tener un chaleco individualizado para cada profesional que lo necesita hace además que los que hay se gasten y estropeen más rápidamente. En muchas unidades estaban compartiendo el chaleco y se pasaban la prenda en el cambio de turno. Además, también ha habido casos en los que los chalecos no tenían la calidad suficiente. Y lo más grave ha sido que algunas mujeres guardia civiles han tenido que salir a patrullar sin la prenda protectora, porque no había ninguna de otro compañero que se ajustara a su anatomía.
En las últimas semanas, JUCIL (Justicia Guardia Civil) también se ha sumado a las protestas por los chalecos antibalas, registrando una instancia en Navarra en la que solicita las citadas prendas para todos los guardias civiles en esa comunidad autónoma. En concreto, denuncian la especial situación crítica en la que se encuentra el núcleo de servicios de Pamplona, que deben compartir aproximadamente 30 chalecos para 176 componentes, es decir, que prácticamente casi 6 compañeros tienen que compartir la misma prenda de trabajo si quieren salir a patrullar protegidos.
EN FEBRERO, LA COMISIÓN DE RIESGOS LABORALES
«Ni siquiera la medida de compartir placas balística es suficiente, ya que en este caso están obligados a compartir hasta funda de chaleco, que ha podido ser utilizada por otro componente del turno de servicio anterior, y ni siquiera ha pasado por un proceso de limpieza. Esta situación se repite en varias unidades de la Comandancia», denuncia con firmeza este sindicato de la Benemérita.
«Resulta bochornoso que en numerosas Comandancias aún no se cuente con un chaleco para cada guardia civil, contraviniendo la normativa de prevención de riesgos laborales, mermando la seguridad y la salud de los efectivos, es por ello que solicitamos tanto a nuestros asociados como al resto de compañeros que nos hagan llegar la problemática entorno a este equipo de protección», informa JUCIL.
Su objetivo es exponer en este mes de febrero, en el seno de la comisión de riesgos laborales, la falta de chalecos antibalas en las diferentes unidades, porque «es un deber de la Administración dotar de medios de trabajo y equipos de seguridad al personal para protegerles de los riesgos».