Nadia Calviño, la exvicepresidenta y exministra de Economía española, ahora máxima responsable del BEI (Banco Europeo de Inversiones), utiliza su nuevo puesto para seguir apoyando a Pedro Sánchez. Empezó con el latiguillo «no voy a valorar la situación de España»’, pero con sus posteriores palabras se dirigía a Junts y todos los socios de investidura del presidente del Gobierno para explicar que sin unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE), España no podrá acceder a los fondos europeos. La prórroga de las cuentas públicas no vale.
Lo pudo explicar más alto, pero no más claro: «Los presupuestos son necesarios para movilizar los fondos europeos», pero aun así, lo repitió: «son el instrumento para poder canalizar todos los fondos europeos». Así se hizo entre 2021 y 2023.
En 2024 comienza la segunda fase para la distribución de los fondos europeos, en la que los presupuestos de cada país determinan los objetivos de este mes para poder desplegar esos fondos. En el caso de España, el primer traspaso que llegará a España es de 3.600 millones, provenientes del Fondo de Resiliencia Autonómica. La exvicepresidenta confirmó que el BEI ha comenzado a realizar todos los trámites para que ese dinero llegue a todas las comunidades autónomas.
CALVIÑO RECUERDA QUE ES EN LOS PGE DONDE SE FIJAN LOS OBJETIVOS DE INVERSIÓN DEL AÑO
Los argumentos dados por Calviño, durante la presentación de las cuentas de resultados del BEI, sobre la necesidad de que España tenga presupuestos, es porque en las cuentas públicas se fijan los objetivos económicos y a través de ellas se pueden articular debidamente el aprovechamiento de las ayudas europeas del programa Next Generation del Fondo de Resilencia.
María Jesús Montero preveía tener aprobados los Presupuestos Generales del Estado de 2024 a finales del próximo mes de marzo
El organismo que preside Nadia Calviño se encarga de canalizar un nuevo fondo europeo destinado a préstamos blandos para las comunidades autónomas, con ello se presiona más a todos los partidos nacionalistas e independentistas a apoyar el borrador de Presupuestos que les presente la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Dicho apoyo ha quedado en entredicho tras la postura adoptada por el partido de Carles Puigdemont al votar en contra del proyecto de ley de amnistía, pero también por parte de Podemos al salir rechazado por el voto negativo de la formación morada la reforma del subsidio de desempleo.
Montero pretendía que, una vez hubiera salido del Congreso el proyecto de ley de amnistía para su debate en el Senado, presentar las cuentas públicas de 2024 para comenzar su tramitación con la presentación de enmiendas a la totalidad, enmiendas parciales, debate en Comisión y votación en el Pleno de la Cámara Baja. Pero todas estas previsiones han saltado por los aires al retrasarse la tramitación de la ley de amnistía, que focaliza todo el interés político. Su objetivo era que a finales de marzo los Presupuestos estuvieran aprobados.
SÁNCHEZ HA ASEGURADO QUE AGOTARÁ LA LEGISLATURA AUNQUE NO CUENTE CON EL APOYO DE JUNTS
Además, desde este viernes se ha venido a sumar el inicio de la campaña electoral en Galicia. Pedro Sánchez ya ha confirmado que hasta después del 18 de febrero, en que se celebran los comicios gallegos, no va a volver a hablar de la amnistía. La futura ley de amnistía tiene de plazo para volver a tramitarse en la Comisión de Justicia entre 15 días y un mes.
De momento, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, confirma que las previsiones para aprobar los presupuestos se mantienen. La también ministra de Educación ha concretado que desde el Gobierno se trabaja con planes para los próximos «tres años y medio» que quedan de legislatura, y que el Ejecutivo confía en el díalogo para poder aprobar más leyes «muy importantes para los ciudadanos».
Con independencia de lo que vaya a votar Junts, Pedro Sánchez ya ha dicho que agotará la legislatura. O lo que es lo mismo, como otros gobiernos antes que el suyo, se podrán prorrogar los Presupuestos, aunque no pueda salir adelante ninguna iniciativa legislativa más. Por tanto, el razonamiento de Calviño para que España pueda recibir los fondos no solo elevan la presión sobre los socios del Gobierno, sino también sobre el propio Pedro Sánchez.
De prorrogarse las cuentas públicas de 2023, los Presupuestos del pasado año registran una partida de casi 28.700 millones de euros provenientes de los fondos europeos, y la dotación prevista por el BEI de créditos blandos asciende a 20.000 millones. Desde el BEI, Calviño trabaja directamente con la Comisión Europea y con el Gobierno español para empezar a ejecutar los tramos de los préstamos. Pero serán las propias autonomías las que decidan el destino de las inversiones tanto para empresas públicas como privadas, así como los sectores. Carlos Cuerpo, eEl actual ministro de Economía, sustituto de Calviño, se encargará de elaborar el plan de distribución de los préstamos.