La salida del poder de Ximo Puig ha provocado la desintegración del ‘ximismo’, que durante ocho años marcó distancias con el ‘sanchismo’. Pero esta autonomía valenciana saltó por los aires hace unos meses tras la derrota de la izquierda valenciana, que fue el preámbulo de un pacto entre la dirección del PSOE y el PSPV, que será dirigido por Diana Morant.
Santos Cerdán vio con buenos ojos que expresidente valenciano saltase al Senado y ahora pretende que se marche a París para convertirse en embajador español ante la OCDE (con 130.000 euros de sueldo, gastos pagados, coche oficial y personal a su cargo).
A cambio, Cerdán se aseguró que el ‘ximismo’ no presentase candidato a las primarias el PSPV y que la mayoría de sus cuadros medios controlados por Puig mostrasen su apoyo a la candidata ‘sanchista’ al liderazgo a las primarias del PSPV, la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, que finalmente se convertirá en secretaria general de los socialistas valencianos sin rivales.
FERRAZ EVITA PROBLEMAS
El problema para Cerdán era que el pacto entre ‘sanchismo’ y ‘ximismo’ no iba a evitar unas primarias a cara de perro que arrancarán el 25 de febrero y, en caso de ser necesario, contatrían con una segunda vuelta para el 3 de marzo.
Pero Morant finalmente no tendrá que someterse a las urnas con tensión ya que ha cerrado pacto con los otros dos aspirantes, el valenciano Carlos Fernández-Bielsa y el alicantino Alejandro Soler, secretarios generales del PSPV en Valencia y Alicante respectivamente.
EL PACTO DEJA SIN PODER AL ‘ABALISMO’
Entre 1995 y 2015 el PSPV sufrió la oposición, pero las corrientes internas no se extinguieron. Antiguos partidarios del expresidente Joan Lerma, agrupados en la corriente ‘lermista’, mantuvieron fuerza frente a otros grupos como el que lidera José Luis Ábalos, que sobrevive en el Congreso tras perder pie hace tres años y medio por decisión de Pedro Sánchez.
Partidarios de Ábalos apoyaban hasta ahora sin fisuras a Alejandro Soler, que durante años ha ejercido de portavoz ‘sanchista’ y ahora sin embargo no parecía querer aceptar los requerimientos de Cerdán para integrarse en la lista de Morant.
FERNÁNDEZ-BIELSA, EL GRAN RIVAL DE DIANA MORANT
Morant exhibió músculo este lunes ante 600 personas en Gandía para dar temor al que era su principal rival, Carlos Fernández-Bielsa, alcalde español más votado entre las localidades de más de 40.000 habitantes (Mislata, con más del 60% de apoyos) y secretario general del PSPV en la provincia de Valencia.
Este último sacaba pecho por la autonomía con la que dotaría al partido frente a Ferraz y Soler también hacía lo propio frente a Morant: «Yo creo que la toma de decisiones de una manera compartida, para que el PSPV se coordine en toda la Comunitat y no tenga una dirección única que emita, sino que reciba y que comparta. Esta es la forma que yo planteo de organizar el partido para que el resultado sea mucho más ecuánime y compartido por toda la organización», asegura el dirigente alicantino.
Soler lazó un duro recado a Morant, que parece querer compatibilizar su puesto en el Gobierno con la baronía valenciana: «Ser ministra te hurta tiempo y tienes responsabilidades en un marco geográfico nacional, lo cual dificulta el día a día».
Fernández-Bielsa, que es el dirigente que más tiempo lleva aspirando a relevar a Puig, también ha presentado una candidatura que finalmente ha retirado. «Esta no es una decisión precipitada, viene de un proceso de maduración personal, de reflexión largamente meditada, después de pulsar el sentir de la militancia y responder a sus demandas para mejorar nuestro partido», aseguró.
«Personalmente y de forma colectiva, quiero lo mejor para este partido. Quiero que volvamos a ganar; hacer un partido fuerte, unido, con esperanza, con ilusión y motivar a todos los ciudadanos y ciudadanas de que podemos lograrlo, de que podemos volver a recuperar los gobiernos que hemos perdido», añadió Fernández-Bielsa.
El alcalde de Mislata decía anhelar «un modelo de partido respetuoso con la estructura federal, armónico con las políticas progresistas implantadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, responsable y reivindicativo desde la Comunitat Valenciana para defender los intereses de la ciudadanía de Valencia, Alicante y Castellón, y que, una vez reforzado, sepa reconectar con las asociaciones y los colectivos sociales de nuestra tierra, con los que tenemos que ir de la mano para ganar en 2027».