En todos los hogares, la pasta es un plato recurrente en los menús semanales. Es fácil de preparar, económico y gusta a todos, grandes y pequeños. Incluso recetas clásicas como los macarrones con bechamel que te presentamos a continuación siguen siendo deliciosamente interesantes. Solo necesitas hacer una buena salsa bechamel para cubrir los macarrones antes de gratinar en el horno, y puedes elegir el queso que más te guste.
Como puedes imaginar, esta receta es totalmente personalizable: puedes añadirle bechamel y bacon, bechamel y tomate, bechamel y queso, bechamel y chorizo, bechamel y pollo… Las opciones son infinitas y dependen de tu creatividad. En esta ocasión, vamos a utilizar jamón. Para esta receta, optaremos por unos macarrones rayados, que son más atractivos visualmente y tienen mejor capacidad para retener la salsa que los acompaña que los lisos.
7EL TRUCO PARA UNA SALSA SIN GRUMOS
Añadir la leche bien caliente a la bechamel ayuda a que la salsa tenga una textura más suave y homogénea, además de reducir el tiempo de cocción. Es un paso previo que, sin duda, marca la diferencia. Al agregar la leche caliente al roux, los ingredientes se mezclan más fácilmente, lo que resulta en una salsa más uniforme y sin grumos. Esto se debe a que la temperatura más alta ayuda a disolver la harina y la mantequilla de manera más eficiente.
Además, la leche caliente permite que la harina se hinche y espese la salsa de manera más rápida y uniforme, resultando en una textura más suave y sedosa.