En general, hacer cualquier bizcocho es sencillo, aunque para lograr una textura esponjosa en los caseros se pueden aplicar algunos trucos. Sin embargo, con el bizcocho de zanahoria no es necesario seguir ningún método especial, ya que su objetivo no es ser esponjoso por encima de todo.
La densidad de la miga de este bizcocho se combina con su jugosidad y humedad gracias a la zanahoria, que desempeña un papel destacado. No hay que confundir este bizcocho de zanahoria con un carrot cake o tarta de zanahoria, ya que son completamente diferentes. Esta receta es simple, sin adornos, especias ni cobertura de crema de queso, ya que no la necesita para deleitar vuestros paladares.
5PONER EN MOLDES Y HORNEAR
Cubrimos la base de dos moldes para cake de 16×8 cm con papel sulfurizado (papel de horno) para evitar que el bizcocho se pegue. Esto facilitará el desmolde posteriormente. Vertemos la masa del bizcocho en partes iguales entre los dos moldes preparados. Esto nos asegurará que los bizcochos tengan un tamaño uniforme y se cocinen de manera adecuada.
Si deseamos, podemos usar un solo molde más grande en lugar de dos moldes más pequeños. Sin embargo, utilizando dos moldes más pequeños, tendremos la ventaja de poder congelar uno de los bizcochos de forma cómoda para consumirlo más adelante. De esta manera, tendremos un bizcocho siempre fresco disponible.
Precalentamos el horno a 180ºC y colocamos los moldes con la masa en el centro del horno. Horneamos durante 35-40 minutos, o hasta que al tocar la superficie con el dedo, los bizcochos estén firmes y dorados, y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.