Todos tenemos claro que la pérdida de peso es extremadamente complicada. No solo intervienen factores biológicos, sino también culturales, sociales y psicológicos. Desafortunadamente, el mayor obstáculo suele ser el hambre, una sensación incómoda e intensa que puede impulsarnos a cometer excesos. Sin embargo, no debemos desesperar, ya que el hambre no depende únicamente de nuestra psicología, sino que está mediada por hormonas, siendo una de las más relevantes la grelina.
4PERDER PESO TAMBIÉN AFECTA A LA LEPTINA
Además, al perder peso, el cuerpo se adapta reduciendo el gasto energético y la producción de leptina, la hormona que inhibe el hambre. Esta adaptación provoca que los niveles de grelina permanezcan elevados incluso después de comer, generando una mayor sensación de hambre y una menor saciedad. Es la forma que tiene nuestro organismo de hacer todo lo posible para conseguir su combustible. Este proceso puede contribuir a la recuperación del peso perdido y al desarrollo de la obesidad, según señala un análisis de la Universidad de Colorado publicado en la revista ‘Physiology & Behavior’.
