Las salas de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas son un caos con aproximadamente 400 personas hacinadas, chinches, suciedad, solicitantes de asilo en colchones por el suelo y entre cartones, fugas de inmigrantes y con el servicio de Cruz Roja suspendido temporalmente al verse desbordada por esas malas condiciones, un gesto que no ha sentado bien en el Ministerio del Interior ni en la Policía Nacional, ya que son los agentes quienes están ayudando a adecentar dentro de lo que cabe dicho espacio y atender las demandas.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) avisó en diciembre de que la situación se había puesto muy tensa. Había por aquel entonces 250 solicitantes de protección internacional, 19 menores, y se habían fugado 26 inmigrantes de la sala número 4 de inadmitidos del aeropuerto madrileño por las condiciones de insalubridad y falta de ventilación. El 14 de diciembre, tras varias peticiones a la empresa responsable, se iniciaron los trabajos necesarios para eliminar la plaga de chinches y desinfectar la zona afectada.
Pero el problema no se solucionó, pues a finales de diciembre, los responsables de los Juzgados de Instrucción 6,19 y 20 de Madrid con competencias en el control judicial de las Salas de Inadmitidos ya requirieron al Ministerio de Interior y a la Policía Nacional que adoptaran con carácter urgente medidas que pusieran fin al hacinamiento.
Hace una semana el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid atendió el recurso de la Fiscalía y anuló la autorización de trasladar a migrantes solicitantes de protección internacional desde Barajas al Centro de Internamiento de extranjeros (CIE) de Aluche, al entender que no se había respetado la ley de asilo.
EL ABANDONO DE CRUZ ROJA
El martes 23 de enero, la Confederación Española de Policía (CEP) criticó el abandono de la labor asistencial en las salas de asilo del aeropuerto internacional anunciado por Cruz Roja ese mismo día «sin dar razones de peso para tal medida». Cruz Roja explica que su retirada de las salas de asilo de Barajas es temporal hasta que existan condiciones dignas.
El director de Migraciones de Cruz Roja, José Javier Sánchez, ha asegurado este miércoles 24 de enero que están dispuestos a volver en cuanto las condiciones sean dignas. Señalan que anteriormente este tipo de inmigrantes habían estado en la T-1 y cuando la sala de la T1 se llenaba de personas, se habilitaba la T-4. Ahora, debido a la sobreocupación tanto de la T-1 como al T-4, se habilitó también otra sala en la T-2. Sin embargo, las tres salas tienen sobreocupación y «excede mucho de la capacidad».
una huida irresponsable y profundamente desleal con el resto de instituciones
Para el sindicato policial, al igual que para muchos otros usuarios en redes sociales, la decisión de Cruz Roja constituye «una huida irresponsable y profundamente desleal con el resto de instituciones que gestionan la situación jurídica y social de los peticionarios de protección internacional», ya que su abandono ha llegado en el peor momento, cuando esas dependencias más saturadas están.
Esta semana se ha iniciado con 350 solicitantes de asilo en las salas de las Terminales 4S, 1 y 2 de los que casi el 87% eran senegaleses, la nacionalidad con mayor presencia en este momento, seguida de keniatas y marroquíes. Por ello, reclamaba a Cruz Roja que reconsidere su decisión con los inmigrantes. «La saturación de esas salas no puede servir como excusa de conveniencia para que Cruz Roja desista de sus cometidos y obligue a que el resto de instituciones que están tratando de gestionar esta problemática asuman un peso adicional, de tal forma que sus recursos y personal sufran una sobrecarga adicional de trabajo».
LLEGAN DE MARRUECOS MAYORITARIAMENTE
Los inmigrantes hacinados en esta sala del aeropuerto llegan mayoritariamente a nuestro país en vuelos que parten del aeropuerto de Casablanca (Marruecos), a bordo de aeronaves de la royal Air Maroc, en tránsito hacia países sudamericanos cuando, en realidad el objetivo es llegar a España y pedir aquí protección internacional.
Recordemos que el viernes 19 de enero el ministro del Interior se reunió en Rabat con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, en su primer viaje al exterior tras su nombramiento, y uno de los temas que trató con su socio estratégico fue el desafío conjunto de la inmigración irregular y en la lucha contra las mafias que trafican con personas, «una lacra especialmente cruel e inhumana», ha subrayado.
Ambos se comprometieron a continuar el modelo hispano-marroquí de colaboración preventiva bilateral, «un modelo clave en un momento de repunte de la presión migratoria en la frontera sur de la UE y en Marruecos», agradeciendo Marlaska a Laftit el descenso en más de un 41 por ciento de las llegadas irregulares a Ceuta y Melilla, que pone de manifiesto «el esfuerzo» en la vigilancia del perímetro exterior de las ciudades autónomas.
Para CEP, la clave para solucionar la tensión en el aeropuerto madrileño de Barajas pasa por hacer caso a las reclamaciones como la que hizo en diciembre sobre el visado de tránsito aeroportuario para los nacionales procedentes de Kenia, ante la certeza de que la mayor parte de quienes decían ser ciudadanos de ese país, eran en realidad somalíes que podrían haber comprado esos documentos de identidad.
MARLASKA AGRADECIÓ A MARRUECOS LAS DECENAS DE PASAJEROS DEVUELTOS DE CASABLANCA HASTA EL ORIGEN
Atendiendo esa reclamación, el 20 de enero se activó la exigencia de ese visado y «sus efectos ya están siendo evidentes, habiendo sido devueltos decenas de pasajeros desde el aeropuerto de Casablanca hasta el de origen, evitando así la llegada a España», informa CEP.
Por eso el sindicato exige al Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska y al de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de José Manuel Albares, que procedan a probar en esta ocasión el visado de tránsito aeroportuario para vuelos procedentes de Senegal, siendo esta medida «esencial» para poner freno a esta sobrecarga de peticiones de asilo en el aeropuerto de Barajas.
LOS POLICÍAS RECLAMAN MEDIDAS EFICACES
Asimismo, y ante la incapacidad manifiesta de los dos comisarios del Puesto Fronterizo de Policía Nacional en el aeropuerto, cuya gestión ha tenido que ser enmendada por el propio Jefe Superior de Policía de Madrid, desplegando un refuerzo adicional de policías tras semanas de saturación de esas salas y dos huidas de solicitantes de protección internacional, una de ellas con riesgo para la seguridad operacional, reclaman al Ministerio de Interior que adopte las medidas necesarias para disponer de profesionales más capacitados al frente de esa unidad policial.
Fuentes de Interior han manifestado que se han reforzado el número de efectivos de Policía Nacional y funcionarios en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) ante el problema del puesto fronterizo. También se han habilitado dos nuevos despachos para realizar entrevistas y una tercera sala para los solicitantes. Ahora se buscan nuevas fórmulas de coordinación para agilizar los trámites de solicitud de protección internacional.