‘La Promesa’, la serie de La 1 de TVE, nos trae un episodio lleno de estrategia y tensión. El centro de atención recae en Pelayo, el conde de Añil, quien arriesga su permanencia en la serie con un plan tan audaz como peligroso: el uso de un señuelo. Este giro en la trama se presenta tras una propuesta de Jerónimo, que no logra convencer al conde y provoca una reprimenda de Catalina, un personaje clave en la historia.
El último episodio destaca por su intriga y los juegos de poder entre los personajes, revelando la complejidad de sus relaciones y estrategias. La decisión de Pelayo de implementar un señuelo sugiere una profundidad y astucia en su carácter, generando expectativas altas sobre las consecuencias de su jugada.
Este momento en ‘La Promesa’ no solo es crucial para el destino de Pelayo, sino que también marca un punto de inflexión en la serie, manteniendo a los espectadores en vilo sobre el futuro de sus personajes favoritos.
3Una estrategia encubierta
Contrariando las directrices de Alonso, Pelayo, aconsejado por Cruz, decide llevar a cabo un acto de rebeldía que demuestra su astucia y audacia. Organiza una cata de salsas encubierta, un evento que a primera vista parece inocente, pero en realidad es una fachada para continuar sus tratos con Mr. Cavendish.
Este encuentro secreto no es solo una reunión gastronómica, sino una oportunidad para que ambos personajes se involucren en el peligroso juego del contrabando de armamento. Esta acción de Pelayo, realizada con la máxima discreción, pone de manifiesto su habilidad para navegar en aguas turbulentas, desafiando no solo a las figuras de autoridad de la serie, sino también a las normas establecidas en un momento de incertidumbre y tensión política.