El pacto para que EH Bildu se quedara con la alcaldía de Pamplona, apoyado por el PSOE, puede cambiar el panorama electoral en el País Vasco cuyos ciudadanos muestran en las últimas encuestas cierto temor a que el partido de la izquierda abertzale llegue a la lehendakarika. No obstante, las encuestas muestran casi un empate técnico entre PNV y Bildu, convirtiendo a los socialistas vascos en la llave del futuro gobierno vasco.
Íñigo Urkullu parece estar deshojando la margarita. Todavía no hay fecha electoral, y descartado ya febrero en tiempo y forma para hacer coincidir las elecciones vascas con las gallegas, como había sido lo habitual en los últimos comicios, el lehendakari no descarta agotar su legislatura y hacerlas coincidir con las elecciones europeas. Urkullu ya no encabezará las listas del PNV, ya que el partido nacionalista ha elegido a su sustituto, Imanol Pradales, en un intento de renovación que les permita seguir gobernando como en los últimos 22 años.
La cita electoral y los movimientos de EH Bildu en Navarra están siendo utilizados por el PNV como el revulsivo para recuperar el terreno que había empezado a perder en favor de los seguidores de Arnaldo Otegi. Su reclamo es el miedo al incremento del poder institucional que los abertzales están empezando a tener, tras ser legitimados por el PSOE en el pacto de investidura de Pedro Sánchez y las últimas coaliciones, sobre todo, en Navarra para presentar la moción de censura que ha dado el Ayuntamiento de Pamplona a Bildu, o la recuperación de representación en las comisiones del Parlamento navarro, tras ser elegida la socialista María Chivite.
LAS ENCUESTAS OFRECEN UN EMPATE TÉCNICO ENTRE PNV Y EH BILDU, AUNQUE CON PNV COMO GANADOR
Pero al PSOE no parece estarle saliendo bien la jugada más allá del Congreso de los Diputados. Las encuestas le señalan como la tercera fuerza, pero perdiendo cerca de dos diputados, mientras PNV y EH Bildu se reparten la intención de voto casi por igual, y el PP parece un convidado de piedra, Vox podría perder hasta su único representante y la lucha entre Podemos y Sumar deja en el aire muchos votos por decidir.
La encuesta que más posibilidades da al PNV para reeditar su victoria, aunque siempre dependiendo del apoyo del PSE, es la realizada a principios de año por Hamalgama Métrica para VozPopuli. El PNV lograría el 37,1% de los votos y 28 escaños; EH Bildu quedaría en segunda posición con el 32,1% de los votos y 26 votos y el PP se convertiría en la tercera fuera política vasca con el 10,6% y 9 votos.
Por su parte, el PSOE descendería a la cuarta posición con el 10,6% de los votos y 8 votos. Vox mantendría su voto (con el 2,8%) y la nueva fuerza de izquierdas, Elkarrekin, obtendría el 4,9% de los votos y tres escaños. Por tanto, y dadas las malas relaciones entre PNV y PP, puestas en evidencia en la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, PNV y PSE reeditarían su acuerdo de gobierno, ya que los socialistas vascos siguen dando prioridad al PNV por encima de Bildu en el País Vasco.
Otra encuesta, realizada por Electomanía para Crónica Vasca llega a la conclusión que Bildu adelantaría al PNV y ganaría las elecciones vascas por un escaño de diferencia. Dicha encuesta otorga a la formación abertzale 27 escaños y a los peneuvistas 26, aunque el PNV seguiría como la fuerza más votada en Euskadi. Por su parte, el PSE seguiría manteniendo la tercera posición con 11 escaños y la llave para dar el gobierno vasco a PNV o EH Bildu.
Esta encuesta pondría de manifiesto que el PNV está recuperando votos ante el miedo de que EH Bildu comience a aterrizar en las instituciones vascas, como ya está haciendo en Navarra. Esta irrupción de Bildu está siendo más efectiva de cara al votante que el cambio de cabeza de lista del PNV. Imanos Pradales no parece atraer al electorado, mientras que Pello Otxandiano tampoco parece dar confianza, aunque el liderazgo político en los tres territorios históricos del País Vasco parece decantarse hacia EH Bildu.
Así, la formación de Arnaldo Otegi se haría con Álava (EH Bildu lograría entre el 27,5 y wel 28,6% de los votos y el PNV entre el 26,1 y el 27,1%) y Guipúzcoa (EH Bildu lograría entre el 39,4 y el 41% de los votos y el PNV el 31%), mientras que el PNV mantendría Bizkaia y sería el único territorio que seguiría en manos de los peneuvistas al lograr entre el 35,5 y el 37% de los apoyos frente al 27,3-28,4% de EH Bildu.
A la vista de las encuestas, los de Bildu comienzan a hablar de ‘sorpasso’, refrendados sobre todo por los resultados del 23J de 2023, en que los abertzales se quedaron a 1.106 votos (el 0,10%) de adelantar al PNV. Confían en que sus acuerdos nacionales con el PSOE también les ayudarán, aunque el PNV también pactó la investidura con Sánchez y desde el PSOE se apuesta por un acuerdo con el PNV en Euskadi.
Por tanto, aunque el ‘sorpasso’ se produjera por votos, EH Bildu no gobernaría porque los socialistas aún no les quieren en Ajuria Enea. Su secretario general, Eneko Andueza, ha mostrado siempre su apuesta por el PNV desde que salió elegido para encabezar las listas del PSE en Euskadi.
EL SOCIÓMETRO DE DICIEMBRE EL GOBIERNO VASCO DA GANADOR AL PNV
Al margen de las encuestas encargadas por medios de comunicación, el termómetro para el PNV es el sociómetro del propio Gobierno vasco, similar al CIS de Tezanos pero referido solo a esa autonomía. El último sociómetro tuvo lugar el pasado mes de diciembre y confirmaba la victoria del PNV, si bien las distancias con EH Bildu se acortan, llegando prácticamente igualadas a la cita electoral.
El sociómetro sitúa al PNV como fuerza más votada al lograr 29 escaños de los 75 que componen el Parlamento vasco, lo que supone que perdería dos diputados (en las elecciones de 2020 logró 31)., mientras que EH Bildu se aproximaría a los peneuvistas con 25 escaños (cuatro más que en 2020) y el PSE avanzaría un escaño al lograr 11 diputados regionales.
Como en el resto de las encuestas, los socialistas vascos seguirán teniendo la llave del Gobierno vasco. Claro que el sociómetro vasco se hizo cuando Urkullu todavía iba a repetir en las listas del PNV y Arnaldo Otegi no había dado un paso atrás en la organización para que fuera Pello Otxandiano el candidato de Bildu.
El desgaste del PNV en el Gobierno tras 22 años es evidente, pero no suficiente como para dejar el Palacio de Ajuria Enea, aunque con EH Bildu acercándose peligrosamente. El PP seguiría en tónica habitual y lograría 7 escaños, uno más que cuando concurrió en 2020 en coalición con Ciudadanos.
En este reparto de escaños los que peor parados salen son Sumar/Podemos y Vox. La lucha entre Sumar y Podemos parece que les va a llevar a la debacle y se quedarían como mucho con 3 escaños, justo la mitad de los 6 logrados en los anteriores comicios, mientras que los de Abascal perderían su único diputado, confirmando el retroceso que Vox está empezando a tener en toda España en favor del PP.