Un adulto produce en promedio un litro de mocos diariamente, aunque ni siquiera nos damos cuenta de ello hasta que tenemos una gripe y un resfriado, y entonces se acumulan y causan molestias. Sin embargo, la mucosidad es esencial para protegernos, ya que recubre la garganta, la boca, los pulmones, la nariz y los senos nasales. Producida por las membranas mucosas, cumple diversas funciones, incluida la prevención de la sequedad y la captura de polvo, polen, bacterias y alérgenos que ingresan por la boca y la nariz, evitando su propagación en el cuerpo.
11TIPOS DE MOCOS
La coloración de los mocos puede proporcionar pistas sobre la actividad del sistema de defensas. También puede indicar si nos encontramos ante una situación más o menos seria que debe requerir supervisión médica.
- Mocos blancos. Indican actividad defensiva ante un resfriado vírico, incluso si son acuosos.
- Mocos amarillos. Sugieren una leve infección, expulsados comúnmente con tos o estornudos.
- Mocos verdes. Señalan una respuesta defensiva intensificada, posiblemente indicando sinusitis si persisten más de 10 días.
- Mocos marrones. Podrían indicar infección pulmonar, como neumonía; se aconseja consultar a un médico.
- Mocos rojizos. Presencia de sangre, generalmente de capilares nasales, pero si es persistente, se debe buscar atención médica.
- Mocos grises o negruzcos. Pueden deberse a la inhalación de humo y suciedad, o en casos excepcionales, indicar presencia de hongos.
- Mocos transparentes: La mucosidad normal, pero un aumento puede indicar rinitis alérgica, especialmente si se acompaña de goteo nasal y estornudos.