En un sorprendente giro de eventos, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha dejado de lado sus responsabilidades en la cartera cultural para sumergirse en un nuevo enfrentamiento con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida.
A diferencia de disputas anteriores centradas en la tauromaquia, el motivo de la discordia en esta ocasión no es cultural, sino ambiental. Urtasun ha salido al ruedo para exigir a Martínez-Almeida y Díaz Ayuso que detengan la tala de árboles asociada a la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid.
El ministro Urtasun argumenta que la tala masiva de árboles, vinculada al proyecto de expansión del metro, podría poner en peligro el Paseo del Prado y otros elementos protegidos por la Unesco en el complejo conocido como el «Paisaje de Luz».
Este nuevo conflicto revela un cambio de enfoque por parte de Urtasun, quien ha optado por abordar cuestiones medioambientales en lugar de culturales. La controversia no solo destaca la diversificación de las preocupaciones del ministro, sino que también plantea interrogantes sobre la prioridad de las cuestiones ambientales en la agenda gubernamental.
Este nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el Ministro de Cultura y los líderes madrileños añade un elemento inesperado a la relación entre el gobierno central y las autoridades regionales. Con el trasfondo del Paisaje de Luz en juego, la polémica promete mantenerse en el centro de la atención pública, generando debates sobre la intersección entre el desarrollo urbano, la protección del patrimonio cultural y la preservación del medio ambiente.
URTASUN SE SALE DEL CARRIL CULTURAL Y CENTRA SU ATENCIÓN EN AYUSO Y ALMEIDA
La reciente intervención del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en asuntos medioambientales relacionados con la Comunidad de Madrid ha desatado un rápido intercambio de críticas entre los líderes madrileños y el Gobierno central. Urtasun expresó su preocupación por las obras de la Línea 11 del Metro de Madrid, alegando que podrían tener un impacto negativo en el Paisaje de la luz en Atocha.
José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, respondió señalando que la intervención de Urtasun solo provocaba una nueva «guerra política» entre el Gobierno central y la región, similar a la controversia anterior sobre el tema del agua. Desde el Ayuntamiento, argumentaron que las obras de la Línea 11 cuentan con todos los permisos y autorizaciones necesarias, y acusaron al ministro de Cultura de intervenir abruptamente en asuntos medioambientales sin tener en cuenta la situación real.
A Almeida Le gustaría que el Ministerio de Cultura extendiera su interés a todos los lugares Patrimonio de la Humanidad en España y no solo a la ciudad de Madrid
Fuentes de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras corroboraron a Europa Press, que las obras de la Línea 11 cuentan con los permisos necesarios y destacaron que el último proyecto ha sido diseñado para minimizar el impacto arbóreo en la zona del Paisaje de la luz en Atocha.
Las mismas fuentes aseguraron que esta no es la primera vez que el Ministerio de Cultura solicita información sobre el proyecto. La primera solicitud se realizó en octubre, antes de que Urtasun asumiera el cargo ministerial. Posteriormente, en diciembre, y la última hace apenas unos días, tras enterarse por los medios de comunicación de que el Ayuntamiento ya había iniciado los trabajos.
URTASUN PIDE PARALIZAR LAS TALAS Y ALMEIDA DE PIDE QUE SE CENTRE EN EL MINISTERIO
Desde el Ministerio de Cultura, insisten en la necesidad de que las administraciones madrileñas presenten un informe preceptivo antes de llevar a cabo cualquier actuación, evaluando la viabilidad de las obras. Este informe debería ser remitido al Ministerio para que, a su vez, lo transmita a los responsables de la Unesco. Aunque la Comunidad de Madrid afirma que todos los permisos están en orden, el Ministerio de Cultura, representado por Urtasun, critica la «falta de voluntad» del Ayuntamiento en este aspecto, insistiendo en la imperiosa necesidad de «paralizar» de inmediato las talas.
El alcalde Martínez-Almeida respondió a las críticas argumentando que el Ministerio de Cultura debería haber solicitado la documentación antes de exigir la reunión. «Me extraña mucho que el Ministerio de Cultura se dé ahora por enterado cuando la vicepresidenta Teresa Ribera, que forma parte del mismo Gobierno, quiso hacer una visita, aunque finalmente la anuló», comentó el edil ante los medios de comunicación.
Además, Almeida no dejó pasar la oportunidad para señalar que le gustaría que el Ministerio de Cultura extendiera su interés a todos los lugares Patrimonio de la Humanidad en España y no solo a la ciudad de Madrid. «El Retiro no es el único. Hay numerosísimos lugares gracias a que tenemos un inmenso patrimonio cultural. Por lo tanto, me gustaría que el Ministerio de Cultura me dijera en cuántos lugares Patrimonio de la Humanidad se han producido afecciones al arbolado y en cuántos casos ha intervenido», expresó el alcalde con cierto escepticismo. La disputa, que combina la necesidad de documentos y la cuestión de la voluntad política, promete mantenerse en el centro del debate público mientras ambas partes defienden sus posturas con firmeza.