A lo largo del tiempo, el turismo ha emergido como una de las actividades más importantes a nivel mundial. A pesar del impacto de la pandemia, ha experimentado un renovado crecimiento el último año, presentando una oportunidad significativa para el desarrollo económico a nivel mundial.
En este contexto, han surgido tendencias turísticas, entre las cuales destaca el «slow travel» o “turismo slow”, que ofrece una perspectiva diferente de abordar nuestros viajes de placer.
3VIAJAR LENTO NO ES ESTAR INACTIVO
El turismo slow no implica inactividad durante el viaje, sino adoptar un enfoque consciente que promueve una apreciación más profunda del destino. Busca contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades locales y preservar sus tradiciones y entorno natural.
Su origen se remonta a la década de 1980 en Italia, cuando el término «slow food» surgió en respuesta a la rápida globalización y la pérdida de tradiciones culinarias locales. Este concepto se expandió a otras áreas, incluido el turismo. Se basa en la idea de desacelerar la vida y disfrutar de experiencias auténticas y significativas. Prioriza la calidad sobre la cantidad, fomentando la conexión con la comunidad local, la sostenibilidad y la apreciación cultural y patrimonial.
Con el tiempo, ha ganado popularidad como una alternativa consciente y gratificante para viajar, atrayendo a aquellos que buscan escapar del turismo masivo y sumergirse de manera más profunda y respetuosa en los destinos.