En 2024, España se despide de un símbolo histórico en sus carreteras: la etiqueta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Esta transformación, impulsada por la Dirección General de Tráfico (DGT), es parte de un ambicioso proyecto de digitalización. Durante años, la pegatina ITV ha sido un distintivo esencial en vehículos, asegurando su cumplimiento con normativas de seguridad y emisiones. Sin embargo, la DGT busca ahora modernizar este sistema mediante tecnologías digitales.
El cambio pretende agilizar procesos y mejorar la eficiencia, eliminando la necesidad de una etiqueta física y reemplazándola por un sistema electrónico integrado. Esta transición hacia lo digital refleja no solo una adaptación a nuevas tecnologías, sino también un esfuerzo por optimizar la gestión vehicular. Aunque este avance representa un paso significativo hacia la modernización, también plantea desafíos y debates sobre la implementación y el impacto en los conductores. Con esta medida, la DGT se coloca a la vanguardia en la gestión de tráfico y seguridad vehicular.
6Protección de datos personales almacenados en el ITV
La digitalización de la ITV implica el manejo de grandes volúmenes de datos personales, lo que eleva el riesgo de exposición y mal uso de esta información. La DGT debe establecer medidas de protección de datos rigurosas para evitar filtraciones o accesos no autorizados.
Esto incluye la implementación de protocolos de seguridad avanzados y la constante actualización de las medidas de protección para adaptarse a las nuevas amenazas. La confidencialidad y seguridad de los datos personales de los conductores son aspectos críticos que deben ser manejados con el máximo cuidado para mantener la confianza en el sistema.