Consumir grandes cantidades de alcohol puede hacernos despertar al día siguiente con los característicos síntomas de la resaca, como dolor de cabeza, deshidratación, cansancio, sensibilidad a la luz, mareos y náuseas. La recomendación principal para evitar esto es abstenerse de beber alcohol, aunque esto puede ser difícil en ciertas festividades y épocas del año. Afortunadamente, existen alternativas que pueden ayudar a aliviar los molestos síntomas.
5CÓMO PREVENIR
Para prevenir la resaca, es esencial moderar el consumo de alcohol, considerando que la cantidad exacta puede variar según factores individuales como el género, el índice de masa corporal y los hábitos de consumo previos. Además de la moderación, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
- Realizar una ingesta gradual de alcohol favorece la metabolización y eliminación del mismo, reduciendo potencialmente los efectos secundarios de la resaca.
- Evitar consumir alcohol sin haber comido previamente es importante. Del mismo modo, abstenerse de beber después de comidas copiosas puede contribuir a un menor consumo de alcohol.
- Si se consume alcohol durante las comidas, la velocidad de absorción del etanol en el estómago puede disminuir, lo que puede ayudar a evitar una intoxicación más rápida.
- La combinación de alcohol y bebidas energéticas puede enmascarar los efectos del alcohol, lo que podría llevar a un consumo excesivo al no percibir de manera clara los efectos depresores del etanol.
- Tomar leche después de ingerir alcohol puede disminuir la absorción del mismo a nivel digestivo, lo que podría ayudar a reducir la intensidad de la resaca.
- Realizar actividades físicas leves, como dar un paseo, antes de descansar puede contribuir a la metabolización del alcohol. Sin embargo, es importante no realizar ejercicios intensos, ya que podrían empeorar la situación.