Daniel Sirera, concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, se reunió con dos concejales de Junts en el céntrico hotel Alma de Barcelona. Fue a mediados de agosto y en plena campaña del PSOE contra la presentación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP y ganador de las elecciones generales del 23-J.
La reunión fue a instancias de Junts, nunca a petición del concejal del PPC. En el reservado se encontraron el presidente de la formación liderada por el prófugo Carles Puigdemont, Albert Batet y la persona de confianza del expresidente de la Generalitat en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Josep Rius. En ese mismo encuentro estuvo Xavier Domínguez, persona de confianza de Elías Bendodo, coordinador general de los ‘populares’
El encuentro, contado por La Vanguardia a media página en la portada de este miércoles, «se produjo, sí». Así lo ha asegurado el propio Sirera en declaraciones a MONCLOA.COM. No obstante, el relato apunta directamente al concejal ‘popular’ como si de un enviado de Alberto Núñez Feijóo se tratara para entablar un pacto oculto, de esos que tanto le gustan al PSOE.
«Fue una reunión para hablar, para conocer qué pedía Junts», ha afirmado Sirera. En ningún caso se trató de entablar el principio de una alianza ni mucho menos sentar las bases de cara a una posible negociación.
SIRERA ABORDA EL ATAQUE CON ENTEREZA
Sirera aborda la situación con entereza. Y es que, satélites mediáticos del PSOE y Junts actúan de forma muy cruda y rápidamente cuando el viento sopla en contra. Actúan así, sin miramiento y por esta razón cuanto más lejos de ellos mejor. Fuentes del PPC ya lo apuntaron en su día a este mismo medio en plena batalla entre Génova 13 para expulsar a Alejandro Fernández de la cúpula. «Ni un café con Junts», señalaron entonces. El motivo es precisamente este tipo de reacciones airadas de un hecho que ocurrió hace cuatro meses y que sale ahora a la luz.
En el PPC tienen muy claras las líneas rojas, pero Sirera, curtido en más de mil batallas y con un fuerte carácter, tan solo se dejó aconsejar para tomar una simple botella de agua. «Si cada vez que nos reunimos con un político tenemos que publicarlo…», señala para quitar hierro y defenderse de un ataque desproporcionado.
El PP ha hablado con Junts, no se ha ocultado nunca, pero de ahí a sentar las bases de un pacto o tratar de entablar una negociación hay una enorme brecha. Batet y Rius no se dedicaron a mirar por los intereses de los catalanes y barceloneses en aquel encuentro, tampoco en qué podrían obtener de Feijóo para alcanzar un mayor autogobierno para volver a arrastrar a Cataluña por el camino a la independencia. «Pidieron la amnistía, la lengua catalana en el Congreso y el referéndum», afirma Sirera a este diario.
JUNTS EXIGIÓ LA AMNISTÍA, REFERÉNDUM Y EL CATALÁN
Vistas las pretensiones, la conversación ya no iba a tener entendimiento alguno. No habría ni de lejos intención de alcanzar o sentar las bases de un pacto, como tampoco hubo papeles en la mesa ni un bolígrafo para conocer los puntos comunes. Sirera alejó toda posibilidad de un plumazo.
El PP siempre se ha negado a conceder cualquier medida de gracia a Puigdemont, así como a la consulta por la independencia y ya se ha visto su rechazo a implantar las lenguas cooficiales en la casa de todos los españoles. Sirera trasladó los detalles del encuentro a Génova 13 y la dirección del PP rechazó por completo todas y cada una de las líneas marcadas por los de Puigdmont.
Sirera ya había admitido estos encuentros en septiembre, pero La Vanguardia los publica cuatro meses después para tratar de blanquear la negociación entre PSOE y Junts, iniciada en marzo y de la que no se informó debidamente a los votantes ni en las elecciones municipales ni tampoco en las generales. El PSOE, sin embargo, ha salido en tromba contra el líder del PP en Barcelona a pesar de sus continúas contradicciones y mentiras, a las que denomina «cambios de opinión».
Los encuentros entre Génova 13 y parte del PPC se realizaron a un menor nivel que las negociaciones entre PSOE y Junts, con el número 3 de Ferraz y la vicepresidenta y ministra María Jesús Montero al frente de las mismas y fuera de España.
GÉNOVA 13 Y JUNTS, UNA RELACIÓN IMPOSIBLE
Desde su salida en aquel reservado en el hotel Alma no habido más contactos entre Sirera y Junts. Tampoco por teléfono. La dirección del PPC tampoco se ha sentado con Junts, mientras los líderes de Génova 13 no se han reunido con ellos para entablar un diálogo y una negociación. Sí lo hizo Esteban González Pons en el Congreso de los Diputados, pero con las mismas se cortaron las relaciones ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo. De forma formal, ni una sola vez.
un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista con el que se niegan a hablar
De hecho, las declaraciones de Pons pusieron en guardia al PPC de Alejandro Fernández, quien exigió romper todo encuentro con Junts, a quien ve como el rival político, «un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista con el que se niegan a hablar». «Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos…», escribió en Twitter.
No había posibilidad alguna de entendimiento con esta pretensión de Junts, quien no dio su brazo a torcer o rebajó sus condiciones, unos requisitos que sí ha aceptado el PSOE de Pedro Sánchez para lograr la investidura y mantenerse en La Moncloa.
EL PP NO ESTÁ DISPUESTO A PACTAR NADA CON JUNTS
El portavoz del PP en el Congreso y hombre de la máxima confianza de Feijóo también niega que los ‘populares’ estuvieran dispuestos a pactar la investidura a cualquier precio. En Génova 13 se mantuvieron los principios y se veló por el interés de España antes que por los intereses personales y partidistas de los socialistas.
«Lo que tengo que decir es que en ningún caso el PP de Feijóo estaría dispuesto a pactar una investidura a cambio de una amnistía ni a cambio de pactar con los herederos de ETA. Y lamentablemente, el PSOE sí», ha asegurado en una entrevista en Antena3.
LAS OSCURAS NEGOCIACIONES DEL PSOE CON JUNTS
El PSOE y el Gobierno, como están acostumbrados en los últimos dos meses, ha salido en tromba y hechos unos basiliscos por estas reuniones entre PP y Junts. Toda una paradoja, más cuando Santos Cerdán lleva reuniéndose con los irredentos liderados por el prófugo Puigdemont desde marzo de este mismo año.
Asimismo, el PSOE trata de tapar el nuevo pacto en el Ayuntamiento de Barcelona, donde dará entrada a Junts para gobernar. Para los socialistas del PSC dar la mano a Puigdemont se ha convertido ahora en más que una mera formalidad, a pesar de tratarle como «xenófobo» y «racista» en el pasado.
«Apelo al PP que cuente a sus votantes, a que haga público de qué hablaron y cuántas veces se reunieron», ha reclamado la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en Telecinco, al tiempo que acusa a los ‘populares’ de mantener una postura «oscurantista».
EL GOBIERNO DEL PSOE ATACA AL PP POR UN AGUA PARA BLANQUEAR A PUIGDEMONT
Además, afirma que el «publicita y actúa con total transparencia», como en el caso de la Alcaldía de Pamplona. No obstante, la exlíder del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona no ha abierto la boca con los pactos con Bildu, de los que se han dado buena cuenta una vez firmados. Asimismo, el PSOE tampoco informó de las reuniones con los herederos de ETA, ni con las del PNV, ni BNG. Ni mucho menos con las de ERC o Sumar.
Tal es el oscurantismo del PSOE que ha dejado de realizar la tradicional rueda de prensa en Ferraz y tampoco Pedro Sánchez admite preguntas de medios no afines a sus tesis o directamente ni las admite, como pasó en el acuerdo con Sumar. De hecho, el PSOE mantuvo que las negociaciones debían realizarse con discreción, sin luz ni taquígrafos. Así las cosas, los socialistas van repartiendo sus carnets de buenos y malos. «Va a ser un año muy duro», finaliza Sirera.