Al abordar los propósitos comunes para el año nuevo, es frecuente incluir aspiraciones como incorporar más actividad física en nuestra rutina diaria para mejorar la salud, trabajar en la pérdida de peso, gestionar mejor nuestras finanzas mediante el ahorro, abandonar definitivamente el hábito de fumar y fortalecer las relaciones interpersonales. Estos objetivos reflejan un deseo generalizado de crecimiento personal y bienestar.
2EL ESTUDIO QUE LO DEMUESTRA
Dado lo desalentador que puede ser establecer metas y no lograr alcanzarlas, surge la pregunta: ¿es aconsejable crear una lista de propósitos para el año nuevo, o es más perjudicial y, por ende, preferible abstenerse de hacerlo? Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Scranton en Estados Unidos comparó el éxito entre dos grupos de personas al perseguir objetivos específicos: aquellos que los establecieron como propósitos para el año nuevo y aquellos que deseaban esos objetivos pero no los abordaron de esa manera.
Los resultados mostraron que seis meses después, casi la mitad (46%) de quienes se propusieron metas para el año nuevo las estaban alcanzando, mientras que en el otro grupo, solo el 4% continuaba avanzando. Según estos hallazgos, la lista de propósitos parece ser recomendable. Además, se observó un mayor grado de cumplimiento en aquellos que establecieron objetivos positivos (acciones a realizar) en comparación con quienes se propusieron evitar ciertos comportamientos.