La princesa Leonor, heredera al trono español, ha dado un paso más en su formación como futura monarca al sumergirse en un entrenamiento especial en la Escuela Militar de Montaña, ubicada en el Pirineo Aragonés. Esta iniciativa forma parte de su instrucción castrense, una faceta crucial para comprender los entresijos de la defensa y seguridad del país que algún día gobernará. Sin embargo, esta afición por las actividades militares y de montaña, compartida con su padre, el Rey Felipe VI, parece no resonar de igual manera con la Reina Letizia.
Mientras Leonor se adentra en estas prácticas en la nieve, en los días previos a la Navidad, surge un matiz de incompatibilidad en los intereses de la familia real. Esta situación desvela la diversidad de gustos y preferencias dentro de la Casa Real, poniendo de relieve las diferentes perspectivas y pasiones que coexisten en el seno de la familia.
4La reina Letizia: una ausencia notable en las pistas de esquí
A pesar del entusiasmo del Rey Felipe VI por el esquí, una figura que destaca por su ausencia en estas escapadas es la Reina Letizia. Mientras que el Rey disfruta de estas salidas invernales en compañía de amigos y familiares cercanos, como su primo Beltrán Gómez-Acebo y Pedro López-Quesada, la Reina opta por no participar en estas actividades.
Su falta de afición por el esquí marca un contraste interesante dentro de la familia real. Esta diferencia en intereses recreativos no solo subraya la independencia y singularidad de la Reina Letizia, sino que también aporta una visión más amplia y diversa de las personalidades que componen la Casa Real, mostrando que cada miembro tiene sus propias pasiones y preferencias.
